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La herencia y el medioambiente
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¿Verdadero o Falso? Nunca puedes influir en los factores medioambientales.
Muchos de tus rasgos los controlan los genes, que heredas de tus padres. Los genes también intervienen en las enfermedades que pillas, o en las alergias que experimentas a lo largo de tu vida. Y los genes afectan a lo sensible que eres al veneno, al estrés o a las infecciones. Pero, ¿son los genes los únicos que están al mando? ¿Y significa eso que todo está decidido de antemano? No, no son sólo los genes los que deciden cómo seremos.
Alguien con padres altos puede que no tenga el gen de la "altura". Crecer requiere energía y nutrición, lo que procede de la sangre. Si no comes lo suficiente mientras estás creciendo, no serás tan alto o alta como deberías haber sido. Así que, hay algo más que nos afecta que los genes: Básicamente, el entorno. El entorno, en este caso, se refiere a "lo que nos sucede en la vida", y cómo vivimos nuestras vidas: lo que comemos, si hacemos ejercicio, con qué enfermedades y otros eventos nos topamos.
Cómo resultas ser, surge tanto de la herencia como del entorno. Los genes dicen qué probabilidad hay de que aparezcan los distintos rasgos, dicho de otra manera: lo propenso que eres a estos rasgos. Si de hecho aparecen o no, depende del entorno. Este perro alsaciano no puede aprender a contar. Y no puede aprender las cuatro reglas.
No hay genes en sus células que contengan un talento para las mates. Mientras que los humanos sí pueden aprender a hacer cálculos. Así que nosotros, no como los perros, tenemos genes que nos capacitan para aprender matemáticas, y realizar cálculos complejos. Las personas tienen un nivel distinto en cuanto al talento para las mates. Algunas las aprenden con facilidad.
A otras les lleva más tiempo. Los genes influyen. Pero lo que realmente afecta es la práctica. Para ser un as en las mates, tienes que practicar. Esto va para todos, independientemente de los genes.
Y si no practicas las mates, nunca se te darán bien, sin importar los genes con los que hayas nacido. Esto es otro ejemplo del entorno. "Cuánto practicas" es el entorno. He aquí dos conclusiones importantes. A veces el entorno es bastante más importante que los genes, a la hora de cómo serás. Lo bien que se te den las mates, lo deciden bastante más las horas de práctica que los genes con los que naces.
De hecho, el entorno puede ser algo que hayas creado tú con las decisiones que has tomado. Tú decides cuánto practicar con el libro de mates. Es decir, cómo serás y te desarrollarás es el resultado de una interacción entre herencia y entorno. No se podría decir qué es más importante, si los genes o el entorno. Para algunos rasgos, los genes importan más, y para otras propiedades es el entorno el que más importa.
A veces el entorno se ve afectado por factores difíciles de controlar, como las partículas en el aire o los accidentes. Pero nosotros también podemos afectar a algunos factores del entorno como cuánto ejercicio hacemos, qué comemos o qué practicamos.