El mito del himen

Molly está enamorada de su novio. Está buenísimo y es sexy, opina Molly. Ya se han besuqueado, tenido preliminares, se han puesto muy cachondos. Molly considera que ya es hora de dormir juntos. De tener relaciones... ¡Quiero echar un polvo!

Molly quiere echar un polvo. Ella lo quiere; su cuerpo lo quiere. Pero le han dicho que puede doler, que hay una membrana a la entrada de la vagina. Algo que llaman "virginidad", y se supone que se rompe cuando tienes sexo por vez primera. Molly está nerviosa.

Seguramente, todo el mundo está nervioso en su primera vez, pero de algo podéis estar completamente seguros: No hay que romper nada, porque no existe nada que sea la "virginidad". Las vaginas tienen un aspecto distinto, y pueden ser así, por ejemplo. A un centímetro más o menos hacia dentro hay algunos pliegues y solapas. Hay una corona alrededor del pasaje. La corona vaginal.

Una "obstrucción" en el pasaje vaginal no existe. ¿Cómo iba a ser posible? Los fluidos corporales y la sangre menstrual no podrían salir. No, eso de la "virginidad" es un cuento. Una invención. Un mito.

Tampoco es verdad que todas las chicas sangren la primera vez que tienen sexo. A la mayoría no les pasa. Si duele y sangra, normalmente es porque la chica está tensa, o no está lo suficientemente excitada. Sin embargo, si está excitada, la vagina se ensancha y se lubrica de forma natural, para que no duela ni sangre. Esto es cierto tanto si se trata de la primera vez, como de la segunda como de la número cien.

Pero, si la "virginidad" no existe, ¿cómo es que tanta gente sí cree que existe? ¿Por qué estamos hablando de ella? Sigue habiendo personas que aseguran que una mujer que ha tenido sexo antes del matrimonio, no es una mujer "intacta". Tiene que demostrar que no ha tenido sexo antes. El problema es que esto no puede demostrarse: los órganos reproductores no cambian por maturbarse, o por tener cualquier tipo de sexo. Incluso un médico no puede decir si alguien ha tenido relaciones sexuales o no.

Pero aquellos que creen que la virginidad existe, también creen que el sangrado es prueba de que ha habido relaciones sexuales por vez primera. Y quieren ver esa prueba. Quieren ver una sábana manchada de sangre. Eso, a su vez, pone nerviosas a muchas chicas. Sus maridos y familias, y a veces toda la comunidad, pueden rechazarlas si no sangran.

Una mujer joven puede incluso ser castigada por aquellos que sospechan que ha tenido sexo antes del matrimonio. No sangrar puede ser una amenaza de vida Puede que no resulte tan extraño, que la mujer se ponga tensa y no esté muy excitada. A estas chicas no sólo les preocupa la noche de bodas. Algunas deciden no masturbarse, ni andar en bici o hacer deporte, por miedo a que se rompa su "virginidad". Así que, aunque la "virginidad" no exista, el mito de la virginidad impide que las jóvenes exploren su sexualidad, y que realicen muchas actividades cotidianas.

Molly se puede relajar. No va a romperse nada. Lo importante es que ella y Paul están excitados, y que los dos quieren de verdad echar un polvo. Y eso es lo que importa.