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Las células sexuales humanas
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¿Verdadero o falso? Durante un ciclo menstrual, uno de los óvulos primarios se convierte en un único óvulo maduro.
Nuestro cuerpo está compuesto por trillones de células. Todas ellas se formaron por la división de otras células para producir más células. Pero la primera célula en dividirse y de la que 9 meses más tarde saliste tú en forma de recién nacido fue una que se creó al fusionarse dos células concretas: un óvulo y un espermatozoide. Veamos primero el óvulo. Las células destinadas a convertirse en óvulos, los óvulos primarios, empiezan a desarrollarse en los ovarios de una mujer antes de que esta nazca.
Al nacer, tiene unos 400 000 óvulos primarios. Cada óvulo primario contiene 23 pares de cromosomas, es decir, 46 en total, igual que cualquier otra célula del cuerpo humano. Los óvulos primarios permanecen en los ovarios hasta que el cuerpo alcanza la pubertad y comienza el ciclo menstrual. En cada ciclo, uno de los óvulos primarios pasa por un proceso del que surge un óvulo maduro único. Primero se alinean los cromosomas del óvulo primario.
Luego, los cromosomas se cruzan para crear nuevas combinaciones únicas de material genético. Luego la célula se divide en dos. Este tipo de división celular se denomina meiosis. Las dos células nuevas tienen 23 cromosomas cada una - la mitad que el óvulo primario. El cromosoma 23 es un cromosoma sexual y en los óvulos siempre es un cromosoma X.
Una de estas dos células suele ser más grande que la otra. Luego, la más grande y la más pequeña vuelven a dividirse. La más pequeña se divide en dos células iguales mientras que la más grande se divide en una célula grande y en otra pequeña. La célula más grande recién formada es un óvulo maduro. El óvulo maduro es esférico y mide unos 130 micrómetros siendo así ¡una de las células más grandes dentro del cuerpo humano!
Está cubierto por un manto protector. Unas moléculas especiales en el interior del óvulo hacen que este manto protector se endurezca y lo hace cuando entra un espermatozoide en el óvulo evitando así que sigan entrando otros espermetazoides más. Al igual que los óvulos, los espermetazoides arrancan siendo células inmaduras con 23 pares de cromosomas, ó 46 cromosomas en total. Los espermatozoides empiezan a producirse en los testículos del hombre al inicio de la pubertad. Echemos un ojo a un espermatozoide inmaduro.
Primero se divide en dos células idénticas. Una de ellas seguirá siendo un espermatozoide inmaduro. La otra se divide mediante meiosis, igual que el óvulo. De esto resultan dos células con 23 cromosomas cada una. Al igual que en el óvulo, el cromosoma 23 es el cromosoma sexual.
Pero en los espermatozoides tanto puede ser un cromosoma X como un cromosoma Y. Estas dos células vuelven a dividirse para producir cuatro células que siguen teniendo 23 cromosomas cada una. Estas cuatro células se desarrollan para convertirse en espermatozoides maduros. Los espermatozoides maduros tienen forma de renacuajos diminutos. La parte que parece la cabeza es la que contiene los cromosomas.
Está cubierta por moléculas que atraviesan el manto protector del óvulo para así fertilizarlo. La cola la usan para desplazarse. Cuando el óvulo ha sido fertilizado, se forma una célula nueva: el cigoto. El cigoto recibe 23 cromosomas del óvulo y otros 23 del espermatozoide, haciendo un total de 46 cromosomas: ¡la cantidad total para un ser humano! Es decir, dos personas diferentes tienen que proporcionar cada una una célula sexual para poder crear una célula completa que luego se dividirá y desarrollará y que al cabo de 9 meses se convertirá en un ser humano. ¡Y así llegaste también tú a ser un recién nacido!