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La pubertad y los cambios corporales
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¿Verdadero o falso? Todo el mundo pasa por la pubertad.
Tras unas largas vacaciones, Leon y sus compañeros se reencuentran hoy en el colegio. Leon ya no está entre los más altos de clase. ¡De hecho, ahora es uno de los más bajitos! ¡Adam! ¡¿Te ha salido bigote?! Em, sí... ¡Y tu voz! ¿Y tú por qué tienes la cara tan roja, Eva? Pero ¿qué le pasa a todo el mundo? ¡No es asunto tuyo, Leon! A Leon le da la impresión de que sus compañeros han cambiado de un día para otro y que, de alguna manera, él se ha quedado rezagado.
Pero Leon, tú también has cambiado últimamente. Estás creciendo, aunque no a la misma velocidad que tus compañeros. Y aunque no tengas bigote como Adam, dentro de ti están ocurriendo otros cambios. ¿Y por qué todo esto? Cuando se es adolescente, como Leon, se pueden también tener dudas y preguntas. De hecho, todos estos cambios arrancan en el cerebro.
En un momento dado, normalmente entre los 10 y los 14 años, el cerebro empieza a enviar mensajeros químicos - las hormonas - a las distintas partes del cuerpo. Si tienes pene, como Adam, el saco que cuelga debajo del pene contiene dos testículos en forma de huevo. Las hormonas viajan desde el cerebro hasta los testículos y hacen que estos empiecen a producir esperma y otra hormona más llamada testosterona. Uno de los primeros cambios que puede que notes es que los testículos te crecen. Una mayor producción de testosterona y esperma implicará que tendrás eyaculaciones involuntarias de esperma cuando estés durmiendo: los "sueños húmedos".
Puede que también experimentes erecciones involuntarias - a cualquier hora, aunque no quieras. Tanto las erecciones como las eyaculaciones involuntarias forman parte del crecimiento y no hay por qué preocuparse por ello. Las hormonas hacen que crezca vello alrededor del pene, en el pecho y en la cara. Se crece más y los hombros se ensanchan. Probablemente notes que la voz se "rompe": se hace más profunda.
Si no tienes ni testículos ni pene, lo más probable es que tengas ovarios y vagina, como Eva. En ese caso, el cerebro envía hormonas a los ovarios, lo que hará que empiecen a producir otra hormona: el estrógeno. Los ovarios contienen óvulos no maduros que han estado en el cuerpo desde el nacimiento. El estrógeno hace que esos óvulos maduren y desencadena otros cambios corporales. El primer cambio que probablemente notes es el crecimiento del pecho, que además se ablanda.
Empieza a salir vello en la zona púbica y las caderas se ensanchan. Poco después de que hayan dado comienzo estos cambios, notarás una excreción blanquecina en las braguitas. Se trata del flujo vaginal y es otra señal de que el cuerpo está cambiando. Y al final, empezarás a menstruar. Hay cambios que son comunes a todos los adolescentes.
Uno es el crecimiento de vello. No solo en la zona púbica, sino también en las axilas. El vello de las piernas y los brazos se vuelve más grueso y oscuro. También se suda más y se emite un olor más fuerte; y a veces salen granos, o acné, en la cara. Todos esos cambios son indicio de que se está en la pubertad: la etapa de la vida en la que el cuerpo se desarrolla y madura.
Sin embargo, las personas somos únicas, por lo que cada uno experimenta la pubertad a su manera. Hay cosas que son comunes a todos, y si no ocurren al mismo ritmo que al ritmo de los amigos, no pasa nada. Todos estos cambios pueden resultar bastante abrumadores, de modo que, si te preocupan, habla con algún adulto de tu confianza: ¡ellos ya han pasado por eso!