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Los océanos como ecosistema
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¿Cuáles son las tres zonas principales del océano?
Stella está pasando una tarde de sol en la playa. Le encanta el mar. A veces se imagina cómo sería vivir en el mar. Ser una sirena y nadar por entre todas las criaturas de los océanos... ¡Tendría sitio de sobra para nadar! Los océanos ocupan más del 70% de la superficie de la Tierra, y de media tienen unos tres kilómetros y medio de profundidad.
Todo el volumen de los océanos equivale a más del 90% del espacio vital del planeta. Como sirena, Stella seguramente se pasaría la mayor parte del tiempo en la superficie y las aguas poco profundas. Es aquí donde está la mayor parte de la luz solar. Hay claridad y está caliente. Es la zona fótica de los océanos. ¡Es una zona colorida y llena de vida!
La luz en la zona fótica permite que las plantas y las algas produzcan su propio alimento y oxígeno mediante un proceso llamado fotosíntesis. Aquí abundan, sobre todo, las algas diminutas que flotan sueltas llamadas fitoplancton. El fitoplancton es el alimento para unos animalitos diminutos llamados zooplancton, pececillos y crustáceos. Todos ellos, a su vez, sirven de alimento a peces más grandes, pequeños tiburones, tortugas marinas, corales y ballenas jorobadas. El eslabón final en esta cadena alimenticia oceánica son los depredadores, como los tiburones grandes, los delfines o las focas.
En las aguas nítidas, la luz solar puede llegar hasta a 200 metros por debajo de la superficie. Pero cuanto más nos sumergimos, más oscuro se vuelve todo. Aquí empieza la zona mesopelágica. Ya no hay luz suficiente para que las plantas y el fitoplancton puedan realizar la fotosíntesis. De modo que aquí tanto las plantas como el fitoplancton escasean.
Esto implica que no haya mucha comida para otros organismos. Muchos organismos que viven en la zona mesopelágica dependen del plancton muerto, de restos y desechos animales y otros materiales orgánicos que se van hundiendo procedentes de las capas superiores de los océanos. Esta "nieve marina" a menudo es la principal fuente de alimento dentro de la zona mesopelágica. Los animales que viven aquí incluyen a pequeños crustáceos, algunos tipos de peces, medusas y pulpos. Algunos, como por ejemplo, los peces linterna, son capaces de producir su propia luz que les ayuda a encontrar alimento.
La zona mesopelágica puede extenderse a lo largo de un kilómetro hacia el interior del océano. Y debajo, ¿qué hay? Aquí sí que está oscuro y hace frío. A esta profundidad no llega nada de luz: la noche eterna. Estamos en la zona batial.
El único alimento disponible aquí es la materia orgánica muerta que va cayendo desde arriba, y los minerales de la corteza terrestre en el fondo marino. Son muy pocos los organismos que se han adaptado a una vida en estas condiciones tan extremas, sin comida, a temperaturas muy bajas y con una enorme presión del agua a esta profundidad. Estos organismos incluyen: bacterias, gusanos y animales como los pepinos del mar, el pez gota y el calamar vampiro. La oscuridad, las condiciones extremas y la gran extensión de esta zona batial dificultan mucho su estudio. De ahí que la zona batial siga, en gran parte, inexplorada.
Las profundidades oceánicas siguen siendo un gran misterio, y ¡no son lugar para una sirena! De vuelta en la playa, Stella está pensando en todas las cosas vivientes y no vivientes de las distintas zonas oceánicas. Las algas, los animales, la temperatura, la presión del agua, la cantidad de luz: todas repercuten las unas en las otras, ¡creando el ecosistema más grande de la Tierra!