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La contaminación del suelo
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¿Verdadero o falso? El plástico se descompone una vez que se introduce en el suelo.
Jenny y Michael están en el huerto del jardín. Michael quiere plantar algunas lechugas y zanahorias para darles de comer a sus conejos. Empieza por cavar el sitio donde quiere que crezcan las verduras. ¿Qué es esto? ¡Buaj, es una bolsa de plástico! ¿Cómo ha acabado aquí? A veces acaban en la tierra cosas que no deberían estar ahí. Puede tratarse de basura, como la bolsa de plástico en el jardín de Michael y Jenny, de otros desechos o productos químicos.
Todo ello puede resultar dañino o venenoso, tanto para plantas, animales o humanos. Cuando en la tierra acaban cosas que no deberían estar ahí, se dice que la tierra está contaminada. Una de las principales causas de la contaminación del suelo es aquello que tiramos y que acaba en los vertederos o en cualquier lugar en el suelo. Digamos que alguien tira una bolsa de plástico o un envoltorio de caramelo al suelo. No va a desaparecer, sino que va a acabar en la tierra.
Allí se queda durante mucho tiempo, pudiendo convertirse en un problema serio. Con el tiempo, el plástico a menudo se deshace en trozos mucho más pequeños, pero esto no significa que los trocitos vayan a desaparecer. Los animales que viven dentro o encima de la tierra pueden llegar a ingerirlos. Esto es un problema porque el plástico se queda en el estómago de los animales. Los animales no son capaces de digerirlo y pueden llegar a morir de inanición.
Otro problema es que cuando la tierra está llena de plásticos, el aire y el agua no son capaces de circular libremente. Esto dificulta el crecimiento de las plantas porque las raíces no logran absorber tanta agua y nutrientes del suelo. Por eso, si Michael planta verduras en una tierra contaminada con plástico, seguramente no crezcan nada bien. Gran parte de los desechos que acaban en el suelo procede también de las grandes fábricas e industrias. Puede tratarse de productos químicos que se han vertido a la tierra, bien por accidente o bien a propósito.
Dichos productos químicos penetran en la tierra y pueden llegar a envenenar las plantas que crecen allí y a los animales que se alimentan de las mismas. Pero hoy en día la tierra también puede contaminarse cuando se cultivan terrenos a gran escala. La agricultura a gran escala utiliza muchos productos químicos, por ejemplo, pesticidas, con la intención de envenenar a los insectos dañinos. Pero una vez que los pesticidas entran en la tierra, también pueden hacerles daño a otros animales y plantas. Las plantas pueden absorber dichos pesticidas de la tierra.
Cuando comemos lo cultivado, los pesticidas pueden penetrar en nuestros cuerpos y causar daño a nuestra salud. Los productos químicos que se usan para fomentar el crecimiento, los fertilizantes, a veces también contaminan la tierra. Los fertilizantes pueden causar daño a otros organismos, como las bacterias y las lombrices, tan necesarias para mantener la salud de la tierra. Sin embargo, existen formas de delimitar la contaminación de la tierra y de ayudar a la recuperación de la misma. Podemos evitar el uso de bolsas de plástico lo máximo posible.
También podemos deshacernos correctamente de la basura. Reciclar los materiales reciclables, como el vidrio y el metal, y convertir en abono los desechos de comida son unas soluciones geniales. Las fábricas e industrias pueden asegurarse de que los desechos que producen son eliminados de manera segura, sin que dañen el suelo o el entorno. Otra posible solución también es usar menos productos químicos en la agricultura. ¿Y ahora qué hacemos, Jenny? Primero vamos a cavar todo el huerto para ver si hay más basura enterrada.
Luego me ayudarás a hacer carteles contra el peligro de contaminar la tierra. Y luego vamos a decirle a la gente por qué está mal tirar la basura al suelo. ¡Venga! ¿A qué estás esperando?