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La reproducción asistida
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¿Verdadero o falso? Los embarazos asistidos son generalmente muy asequibles.
Para alrededor de un 15% de posibles padres en todo el mundo, quedarse embarazados y que el embarazo llegue a buen puerto es muy complicado, si no imposible. Esta gente lucha contra la infertilidad. La infertilidad puede ser devastadora para quienes quieren tener hijos. Las causas de la infertilidad son muchas. En algunos casos se debe a la baja calidad del esperma, que no es capaz de llegar hasta el óvulo y fecundarlo.
O puede haber un problema en las trompas de Falopio que impide que el esperma llegue hasta el óvulo. También puede deberse a que los ovarios no producen suficientes óvulos maduros o incluso, ninguno. O que el óvulo fecundado no se implante en el útero. A lo largo de las últimas décadas los científicos han avanzado muchísimo en lo que a superar los obstáculos de la infertilidad se refiere. Son capaces de prestar ayuda médica a quienes no son capaces de concebir de una manera natural para que sí se queden embarazados.
A esta ayuda médica se la conoce como "reproducción asistida". La técnica más común es la fecundación en vitro, o FIV. La FIV suele constar de seis etapas. La primera es la medicación que se usa para suprimir el ciclo menstrual natural. Luego se usa otro tipo de medicación para estimular la producción de óvulos maduros en los ovarios.
Se vigila atentamente el progreso del desarrollo del óvulo para recoger los óvulos en el momento exacto. Una vez se han extraído los óvulos de los ovarios, se colocan en un recipiente y durante unos días se mezclan con esperma para que los espermatozoides fecunden los óvulos. Si la infertilidad se debe a espermatozoides de baja calidad, no basta con simplemente mezclar los óvulos con el esperma. En ese caso, y fuera del cuerpo, se inyecta con mucho cuidado un solo espermatozoide en el centro de un óvulo asegurando así la fecundación. Luego se examinan los óvulos y si no muestran ningún indicio de anomalía, se colocan uno o dos en el útero.
A pesar del gran potencial que tiene la reproducción asistida a la hora de ayudar a la gente a tener hijos biológicos, esta técnica no es una solución perfecta. Las posibilidades de que después del tratamiento se consiga un embarazo suelen depender de la edad de la persona y de la causa de la infertilidad. Si la causa se debe a la baja calidad del esperma o a unas trompas de Falopio obstruidas, las posibilidades de que el tratamiento funcione son más altas. Y aun así, tan solo un tercio de los embarazos asistidos en gente menor de 35 años resulta en un parto. Y se reduce cuanto mayor sea la persona.
Si la causa de la infertilidad es que no se puede implantar el óvulo fecundado en el útero, o si se desconocen las causas, las posibilidades de un embarazo exitoso disminuyen todavía más. La reproducción asistida también conlleva ciertos riesgos. Los medicamentos que se toman durante el tratamiento pueden tener efectos secundarios como sofocos y dolores de cabeza. También hay más posibilidades de un parto múltiple, es decir, de tener gemelos o trillizos, lo que en algunos casos puede resultar peligroso. La reproducción asistida también es muy cara.
Puede convertirse en una carga financiera para quienes intentan quedarse embarazados, sobre todo, si lo intentan varias veces. A pesar del porcentaje limitado de éxito y los riesgos que conlleva, sigue habiendo mucha gente que opta por probar con la FIV, dado que les proporciona una posibilidad de convertirse en padres biológicos.