La atanomía de las plantas
La estructura de la hoja de una planta floral
La estructura de la hoja de una planta floral
Indica la parte de la planta también llamada fábrica de alimento.
Probablemente el rasgo más distintivo de las plantas sea que producen su propio alimento. Las hojas son las "fábricas de alimento" de las plantas. En el interior de las hojas, la energía procedente del sol se combina con dióxido de carbono y agua, convirtiéndolos en glucosa, que es la fuente de alimento de las plantas. A este proceso de producción se le llama fotosíntesis. Cada parte de la hoja está especializada en una tarea distinta.
Se ha adaptado para asegurarse de que la fotosíntesis se lleve a cabo con éxito y eficazmente. ¡Echémosle un vistazo más de cerca! La superficie de la hoja está cubierta por una capa protectora cerosa que repele el agua. Esta capa es la cutícula y su función es reducir la cantidad de agua que se pierde en la superficie de la planta. Es la capa de tejido más externa la que produce dicha cutícula. Este tejido más externo es transparente y está compuesto por una capa repleta de células apelotonadas.
Es la epidermis. La mayoría de las células de la epidermis no son capaces de realizar la fotosíntesis porque no contienen las partes celulares necesarias para ello: los cloroplastos. Las únicas células en la epidermis que sí contienen cloroplastos son las llamadas células guardianas. Las células guardianas rodean unos agujeritos en la superficie de la hoja y controlan cuándo abrir y cerrar dichos agujeritos. De esta manera controlan la entrada y salida del dióxido de carbono, el oxígeno y el vapor de agua de la hoja a través de las aperturas.
Entre la epidermis de la parte de arriba y la de abajo de la hoja está el tejido que conforma la mayor parte de la hoja. Este tejido es el mesófilo. Está dividido en dos capas. La capa superior es el mesófilo palisado. En él las células son grandes, tienen forma cilindrica y están muy juntas las unas de las otras.
Las células están llenas de cloroplastos y están situadas para obtener el máximo de luz solar. Por esto, la capa del mesófilo palisado ejecuta gran parte de la fotosíntesis. La capa de abajo del mesófilo es el mesófilo esponjoso. Aquí las células son más pequeñas, más redondeadas y tienen menos cloroplastos. Las células no están tan juntas y los espacios de aire entre ellas son mucho más amplios.
Estos espacios de aire están cerca de las aperturas en la superficie de la hoja y ayudan a que los gases entren y salgan de la hoja. Casi todas las hojas de las plantas florales tienen esta estructura básica en el interior. Y aunque las hojas de las diferentes plantas puedan parecer muy distintas, ¡también tienen algo en común con la la parte externa! Las hojas suelen sujetarse al vástago mediante un tallo corto y delgado, llamado petiolo. La parte más grande y ancha de las hojas es la lámina.
Esta superficie está impregnada por una red de vasos de transporte, o venas. Las venas aguantan a la hoja y se aseguran de que a todas las células les llegue agua, aire y minerales. Hay hojas de todas las formas y tamaños. Desde lentejas de agua, unas plantas diminutas con hojas tan pequeñas que podrían pasar por el ojo de una aguja, hasta las enormes hojas del ruibarbo gigante, que alcanzan un diámetro y una altura de unos tres metros. Pero las hojas se parecen mucho más entre sí de lo que pueda parecer a simple vista.
Además, ¡son especialistas en producir alimento!