Las enfermedades renales

Imagínate una carretera que sale de una ciudad y se convierte en autopista. Aquí trabaja el agente de policía Nefrona. Se asegura de que en la autopista sólo haya vehículos permitidos y de que los demás cojan otra ruta. Su trabajo se parece mucho al que desempeñan nuestros riñones. Eliminan los desechos de la sangre, se aseguran de que los minerales y el agua estén en equilibrio y de que que la presión sanguínea esté bien.

Pero hoy el agente Nefrona no se encuentra bien, así que se ha ido a casa a descansar. ¡Y menudo caos hay ahora en carretera! ¿Ocurre algo parecido en los riñones si dejan de funcionar correctamente? Cuando los riñones de una persona no pueden desempeñar su trabajo, decimos que esa persona padece una ENFERMEDAD RENAL. Hay cosas que hacemos que aumentan el riesgo de tener una enfermedad renal. Se las llama FACTORES DE RIESGO. Incluyen: una dieta desequilibrada, abusar de la sal y la carne roja y tomar demasiado alcohol.

Imagínate el azúcar pegándose y formando grumos. En los riñones hay moléculas de desecho que se pegan entre sí de forma parecida. Estos grumos son los llamados CÁLCULOS RENALES, y son muy frecuentes. Si los cálculos empiezan a moverse en los riñones, o si entran en los uréteres, puede ser muy doloroso. Si los cálculos son pequeños, no son demasiado peligrosos.

Beber mucha agua ayuda a disolverlos y a expulsarlos. Pero si son grandes, pueden traer complicaciones, y el médico tendrá que extraerlos. A veces, las bacterias de los intestinos llegan por la uretra hasta la vejiga, y la infectan. Este tipo de infección se llama INFECCIÓN URINARIA. Si la infección se extiende hasta los riñones, es muy peligrosa.

Si no se trata, puede causar una ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA o de larga duración. En vez de mandar los desechos a la vejiga, los riñones los envían a la sangre. Si uno de los riñones deja de funcionar, no tendrá un gran impacto en el cuerpo porque el otro riñón se hace cargo del trabajo. Pero si los dos riñones paran de funcionar es muy peligroso y surge el llamado FALLO RENAL. Una lesión física o la falta de riego sanguíneo a los riñones puede provocar un fallo renal instantáneo o AGUDO.

Hay tratamiento para esto y a veces los riñones vuelven a funcionar. Pero algunas enfermedades largas, como una enfermedad renal crónica o la diabetes, pueden causar un fallo renal CRÓNICO. Después de eso, los riñones no van a funcionar bien nunca más. La gente con una fallo renal crónico tiene que ir con regularidad al hospital para que les filtren la sangre en una máquina que hace de riñón. A este proceso se le llama DIÁLISIS.

Si quieres que tus riñones funcionen, bebe mucha agua, ten una dieta equilibrada, haz ejercicio con regularidad y no tomes demasiada sal. ¡Así crearás las condiciones perfectas para tus riñones y les ayudarás a mantenerse sanos!