Los cálculos biliares

Últimamente el abuelo de Selma, Malik, no se encuentra muy bien. Ha tenido náuseas y algo de dolor de estómago después de las comidas abundantes. Hoy se siente algo mejor y ha ido a visitar a Selma. Ésta ha querido mimarlo y le ha preparado una comida casera con tarta de queso de postre. De repente, cuando están tomando el té en la sobremesa, el abuelo Malik se dobla y parece tener mucho dolor. ¿Qué te pasa, abuelo? Es como si alguien me hubiese dado un puñetazo debajo de las costillas.

Y también me duele el hombro. Selma ve cómo al abuelo le cae el sudor de la frente. Al secársela, nota que está ardiendo. Parece que el abuelo Malik tiene fiebre. Selma cree que algo muy serio le está pasando al abuelo, así que llama a la ambulancia.

Cuando llegan al hospital, un médico examina al abuelo Malik. El médico le hace algunas pruebas y con una máquina especial comprueba el estómago del abuelo Malik. Esta máquina emite ondas sonoras a través de la piel al interior del cuerpo para crear una imagen de ultrasonido del interior. Con esta máquina de ultrasonido el médico distingue unas cosas redondas en un órgano llamado vesícula. Se trata de cálculos biliares. ¿Pero cómo llegaron hasta ahí?

Todo empezó en otro órgano, el hígado. El hígado produce un líquido llamado bilis que se almacena en la vesícula. La bilis es importante para la digestión ya que descompone las grasas. Pero a veces, la bilis no es capaz de digerir todas las grasas, sobre todo el colesterol. Entonces esas grasas no digeridas se concentran en la bilis.

Esto puede conllevar la formación de diminutos cristales de grasa en la bilis que luego se convierten en piedras sólidas: los cálculos biliares. Estos cálculos biliares de colesterol son los más frecuentes. La gente con una dieta desequilibrada, una forma de vida pasiva o un historial familiar de cálculos biliares corren más riesgo de desarrollar este tipo de cálculos. Hay otra manera de que se formen los cálculos biliares. El hígado produce una sustancia llamada bilirrubina.

Si el hígado produce demasiada bilirrubina, su concentración en la vesícula aumentará y se pueden formar cálculos biliares. La gente enferma del hígado suele correr más riesgo de desarrollar este tipo de cálculos. Los cálculos biliares no suelen causar ningún problema a quien los tiene, pero algunas personas pueden desarrollar una afección grave y dolorosa. Esto ocurre, por ejemplo, si la vesícula se inflama o si las piedras se mueven y bloquean una parte del sistema digestivo. En el caso del abuelo Malik se le ha inflamado la vesícula.

El médico tendrá que operarle para quitarle toda la vesícula. Por fortuna, la vesícula no es un órgano imprescindible. Si el abuelo Malik come saludablemente, podrá llevar una vida normal. Aunque puede que tenga que prescindir de su tarta de queso favorita.