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La adaptación de las flores anemófilas
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Pollination is __________.
María ha salido a pasear con su perra Diva. Pasan al lado de un roble y un manzano. El manzano tiene flores blancas, la flor del manzano, que huele tan bien. El roble no tiene tales flores, sino unas cosas raras colgando. María les echa un vistazo de cerca y estornuda al acercarse a lo que cuelga. ¿Qué es? ¡Es la flor del roble!
Los robles, al igual que los manzanos y muchas otras plantas, necesitan flores para reproducirse. Los órganos masculinos de la flor producen el polen que va a fertilizar a los órganos femeninos de la flor. La transferencia del polen entre los órganos masculinos y femeninos de la flor se llama polinización. Pero la flor del manzano es tan bonita, y blanca, y huele tan bien. La flor del roble es simplemente verde y no huele a nada.
Eso se debe a que estos dos árboles se polinizan de manera diferente. Los manzanos son polinizados por insectos y por eso necesitan flores que atraigan a dichos insectos. Pero el polen de los robles es transportado de flor en flor por el viento. Esto se conoce como anemofilia. Cuando el viento lleva el polen, gran parte sale volando sin llegar a otras flores.
Por esta razón las plantas anemófilas como el roble, el abedul y la hierba, han desarrollado flores con unas características especiales, o adaptaciones, para que el suficiente polen acabe donde tiene que acabar. Una de las adaptaciones más importantes es que las flores anemófilas producen millones y millones de granos de polen. Lo más seguro es que gran parte del polen acabe en el suelo o en la nariz de alguien haciéndole estornudar. Pero cuando hay tantísimo polen la posibilidad de que al menos algo llegue a otras flores es mucho mayor. El polen es muy pequeño, suave y muy ligero lo que hace que sea fácil de llevar por el viento.
Se produce en las anteras. Las anteras son grandes y crecen en la punta de unos filamentos largos y flexibles. Esto las expone al viento y facilita que se lleve el polen, incluso si se trata de una brisa ligera. Para que la polinización tenga lugar, el polen tiene que llegar a los órganos femeninos de la flor: los carpelos. La parte del carpelo encargada de recoger el polen son los estigmas.
Los estigmas de las plantas anemófilas son largos, parecidos a plumas y cuelgan por fuera de la flor. ¡Están bien adaptados para recoger el polen que flota por el aire! Hay plantas anemófilas que sólo tienen flores con órganos masculinos, o sólo con órganos femeninos, y hay otras que tienen ambos. Las flores de las plantas anemófilas no tienen colores bonitos ni olores dulces. pero la polinización funciona igual de bien. Diva, creo que es hora de volver a casa: las plantas anemófilas me hacen estornudar demasiado...