La pubertad: otros cambios

Oh, estoy tan cansado, ¿por qué tenemos que empezar las clases tan temprano? Uf, Adam, siempre estás quejándote, deja de ser tan pesado. ¿Crees que soy pesado? ¡Eso es porque no has escuchado a mis padres! Están todo el día riñéndome… ¡Qué pesadez! A Leon le parece que sus amigos han cambiado de la noche a la mañana: Adam y Eva solían ser los mejores amigos, pero ahora se pasan el día discutiendo. Siguen quejándose de lo pesados que son sus padres, de que les gustaría ser más independientes.

Pero Leon no opina igual y no entiende lo que les está pasando a sus amigos. ¿Por qué todos tienen tanta prisa por crecer? ¿Y qué pasaría si siguieran así y me dejaran de lado porque no he cambiado como ellos? ¿Me pasa algo? Si eres adolescente, como Leon, es probable que también te plantees esas preguntas. Es posible que notes que tu cuerpo está cambiando: el pelo te empieza a crecer de repente en sitios donde antes no tenías, puede que tu cuerpo también cambie de forma, ¡y posiblemente también estés aumentando de estatura! Pero tu cuerpo no es lo único que se está desarrollando. Tu forma de pensar, de sentir e incluso de dormir también cambia durante este período de la adolescencia: la pubertad. ¿La "pubertad" es la razón por la que tengo tanto sueño a todas horas?

En cierto modo, sí. Probablemente notes que tus hábitos de sueño han cambiado y que te vas a la cama mucho más tarde que antes. Durante la pubertad, tu cuerpo se llena de mensajeros químicos: las hormonas. Estas hormonas son el motivo principal por el que tu cuerpo esté cambiando. Estas hormonas también influyen en tu ciclo de sueño y vigilia y hacen que este cambie.

Te vuelves más activo por la noche y estás más cansado a primera hora del día. Por eso, es posible que no no puedas quedarte dormido con facilidad por la noche, y que encima tengas que levantarte temprano para ir al instituto. Y esta falta de sueño combinada con las hormonas alborotadas podrían estar haciéndote sentir un poco… ¡de mal humor! ¡Exacto! Las hormonas, dormir mal o muy poco, suelen ser las culpables de los cambios en el estado de ánimo, del mal humor y de la facilidad con la que te enfadas durante la pubertad. Lo que me enfada es que parece que nadie me entiende. ¡A mí tampoco me entiende nadie!

Eva y tú habéis cambiado de aficiones de la noche a la mañana: a ti ya no te gusta el fútbol y solo quieres jugar a videojuegos, y Eva tampoco quiere jugar al fútbol, sino que solo quiere escuchar música. Pero, a pesar de esto, quiero seguir pasando tiempo con vosotros como solíamos hacerlo. Tus intereses y opiniones también pueden cambiar durante la pubertad. Es posible que de repente te des cuenta de que no ya tienes mucho en común con algunos de tus amigos. ¡Pero descubrir nuevos intereses significa que tienes oportunidades para hacer nuevos amigos! También puedes empezar a sentir cosas nuevas, como enamorarte o sentirte atraído por alguien.

Puedes comenzar a desear estar con alguien o experimentar la sexualidad con una persona en la que tengas interés. O puede que no, ¡y eso también está bien! Aunque hay cosas que les pasan a todos, no importa si los cambios se producen a un ritmo diferente que al de tus compañeros. Todos estos cambios pueden parecer bastante confusos, así que si estás preocupado, habla con un adulto en el que confíes. Después de todo, esa persona también pasó por la pubertad en algún momento.

Y recuerda: al igual que tu cuerpo se está adaptando a todos estos cambios, tu mente también lo está haciendo, por lo que sé amable contigo mismo.