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Complicaciones durante el parto
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¿Cómo se coloca típicamente el bebé en el útero justo antes del nacimiento?
La mayoría de los partos transcurren sin complicación alguna, pero a veces sí surgen complicaciones que pueden poner en peligro la salud, o incluso la vida, tanto de la madre como del bebé. Una de esas complicaciones tiene que ver con la posición del bebé justo antes de nacer. Normalmente, justo antes del parto los bebés suelen girarse dentro del útero para quedar cabeza abajo. Pero en 4 de cada 100 partos esto no ocurre. En estos casos, los médicos dicen que el bebé viene de nalgas, o en posición pelviana, lo que puede resultar peligroso porque si el bebé sale con las piernas o la cadera por delante, el canal del parto puede no ser lo suficientemente ancho para que quepa la cabeza.
El bebé podría quedar atascado o podría quedarse con poco oxígeno lo que le causaría daños o incluso la muerte al bebé. En estos casos lo médicos tienen que operar y hacerle un corte en el abdomen a la madre a través del cual sacan al bebé. Esto se conoce como cesárea. La cesárea también se usa en otros casos de complicación durante el parto. A veces se recurre a la cesárea porque preocupan los latidos del corazón del bebé o el oxígeno que le llega.
Hay casos en los que la madre tiene un tipo de infección, como el VIH, un herpes genital o condilomas genitales que podrían pasar al bebé si nace de manera vaginal. La cesárea también se emplea por la seguridad de la madre, por ejemplo, si la madre tiene la presión arterial alta, o si la pelvis no ha dilatado lo sufiente. Las complicaciones también pueden tener que ver con el parto en sí. Normalmente, el parto tiene lugar sobre la semana 40 de gestación. Pero a veces, el bebé nace antes de que el embarazo haya llegado a la semana 40.
Si el bebé nace antes de las 37 semanas de gestación, se considera prematuro. Es posible que los órganos de un bebé prematuro no estén aún del todo desarrollados por lo que tras el nacimiento el bebé necesita cuidados especiales, como quedarse en una cuna especial con una cúpula de plástico y dispositivos de asistencia vital: una incubadora. En la incubadora se crea el entorno ideal para que el bebé siga desarrollándose. El riesgo de complicaciones durante el parto, siempre está presente, pero hay factores que aumentan dicho riesgo. Por ejemplo, si la madre tiene una enfermedad o condición crónica, como cáncer, diabetes, hipertensión, anemia o alguna infección.
Hay ciertos modos de vida que también pueden desembocar en complicaciones, por ejemplo, si la madre es fumadora, consume drogas o demasiado alcohol durante el embarazo. Luego están las que quedan embarazadas muy jóvenes, o cuando pasan de los 34 años. En estos casos el riesgo es mayor. Y por último, el estar gestando más de un bebé, es decir, gemelos o trillizos, también puede traer consigo complicaciones. Sin embargo, las complicaciones con gemelos o trillizos pueden evitarse con una cesárea.
Una detección precoz, gestionar los posibles riesgos, vigilar atentamente y una vida saludable reducen el riesgo de complicaciones durante el parto. Y gracias a que la medicina está en constante evolución y al fácil acceso a la atención médica, las muertes por un embarazo o parto están disminuyendo a nivel mundial.