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El arte de la conversación
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Casi todas las conversaciones siguen una cierta estructura.
Emma es una estudiante nueva en la escuela. María quiere invitarla a un picnic, pero se siente nerviosa por hablar con alguien nuevo... ¿Por qué estás nerviosa, María? - ¿¡Qué pasa si digo algo incorrecto!? ¡Le estás dando demasiadas vueltas! Seguramente tengas muchas charlas informales y privadas -conversaciones- cada día: con tus amigos, tu familia, tus profesores… Y casi todas las conversaciones siguen una cierta estructura simple. Se construyen un poco como... ¡un sándwich! ¿Un sándwich? Una conversación es el contenido de lo que se quiere hablar entre una apertura y un cierre.
Un poco como los ingredientes de un sándwich, entre dos rebanadas de pan. La apertura es una especie de saludo. La mayoría de las veces, esto es algo que decimos, como "hola", aunque a veces también puede ser algo que hacemos, como saludar con la mano. O pueden ser ambas cosas. Nuestro saludo probablemente será diferente dependiendo de con quién estemos hablando: cuantos años tenga, lo bien que la conozcamos, su cultura, y en qué país estemos.
En algunos países la gente se saluda haciendo una reverencia. ¡Otros se dan besos en ambas mejillas! El saludo establece el tono de toda la conversación, por eso es importante saludar a las personas cuando hables con ellas. ¡Hola, soy María! Vamos a la misma clase de matemáticas. Hola María. Mi nombre es Emma.
Mmm... ¿Ahora qué? A continuación, puede hablar sobre algo trivial que tengáis en común, como el clima, o la última prueba de matemáticas. Esta pequeña charla es una forma de iniciar la conversación y demuestra que eres amable, especialmente cuando hablamos con personas que no son cercanas a nosotros. Esta charla trivial no siempre es necesaria, especialmente con personas que conocemos muy bien, pero puede ser útil para romper la incomodidad inicial de una conversación. El examen de matemáticas de hoy fue difícil, ¿no? ¡Ni que lo digas! ¡Y estoy un poco nerviosa por saber los resultados!
Yo también. Tras esto, hay que pasar de la conversación trivial a lo que quieres decir. Intente que el oyente sepa qué tipo de conversación puede esperar de ti. En realidad me preguntaba si estás libre el sábado. Inmediatamente, Emma sabe que sea lo que sea de lo que María está a punto de hablar requiere estar disponible el sábado. ¡Pues sí! ¿Qué ocurre el sábado?
Ahora, la parte principal de la conversación será una discusión por parte de uno y otro, algo parecido a cuando se añaden diferentes ingredientes para preparar un sándwich. Es importante no interrumpir o hablar al mismo tiempo. En vez de eso hay que turnarse para hablar y escuchar. Estaba pensando en hacer un picnic con algunos amigos en el parque. ¿Te gustaría venir? ¡Me encantaría! ¿A qué hora? Nos reuniremos en la entrada principal alrededor del mediodía.
Genial. ¿Qué puedo llevar? Yo haré sándwiches... si no te va mal, ¿tal vez podrías traer algunas bebidas? ¡Por supuesto! Toda la información importante ha sido transmitida. ¡Buen trabajo, María! Es hora de empezar a terminar la conversación: podría hacer referencia a los planes que acabáis de hacer, o mencionar lo agradable que fue veros.
Si tienes que irte, discúlpate cortésmente. Entonces, despídete. Esto puede ser verbal o no verbal, o tal vez una combinación de los dos. Alejarse de alguien sin hacer nada será confuso para la otra persona, y un poco grosero, ¡así que no olvides este paso final! Tengo que marcharme a clase ahora, pero tengo muchas ganas de vernos el sábado! ¡Adiós! ¡Hasta luego, María!
El arte de la conversación… ¡Es parecido al arte de hacer un delicioso sándwich!