La medición de la carga
¿Qué tipo de carga tiene un electrón?
No puedes ver una carga eléctrica. Hasta que es demasiado tarde. Rebobinemos. Mira esa pequeña chispa azul. Son un montón de electrones que saltan desde el pomo de la puerta a la mano de Felipe. ¡Auch!
Rebobinemos un poco más. En este punto, el cuerpo de Felipe tiene una carga eléctrica positiva. Pero en la vida real no podemos verla ¿o sí? ¡A menos que tengamos un ELECTROSCOPIO! Construyamos uno. Aquí está lo que necesitas: un frasco de vidrio, un pedazo de cartón, unas tijeras, un clip metálico, algo de papel de aluminio, y cinta aislante.
Utiliza el cartón para hacer una tapa para el frasco. Endereza el clip y luego forma un gancho, como una letra J. Corta dos hojas del papel de aluminio en forma de pera. Cuidadosamente, haz agujeros en las hojas y cuélgalas en el gancho del clip. Sí, justo así.
Inserta el gancho desde abajo a través de la tapa de cartón, y coloca la tapa en el frasco. Pega la tapa y el gancho con la cinta. Ahora arruga el último trozo de papel de aluminio hasta hacer una bola y colócala alrededor de la punta del clip. Eso es, ya está. ¡Tienes un electroscopio! Veamos si funciona.
Para hacer eso, necesitamos algo que esté cargado eléctricamente. Como un peine. ¡Péinate Felipe! Cuando te peinas, los electrones de tu cabello saltan al peine. El cabello ahora tiene carga positiva, y el peine carga negativa. Sostén el peine cerca de la bola de aluminio sin tocarla. ¡Ahora mira las hojas de aluminio dentro del frasco! ¡Se mueven!
Quita el peine y volverán a colgar otra vez. Esto es lo que sucede: el peine tiene un exceso de electrones. Los electrones tienen carga negativa. Y las cargas negativas quieren estar lejos de otras cargas negativas. Las cargas iguales se rechazan.
Cuando los electrones en la bola de aluminio detectan la presencia de las cargas negativas en el peine, rápidamente escapan de él. Para alejarse lo más posible del peine, los electrones se mueven hacia abajo, hacia donde están las hojas de aluminio. Ahora hay un exceso de electrones en las hojas. ¿Y qué pasa con las cargas del mismo tipo? Se repelen. De hecho, los electrones se repelen entre ellos con tal fuerza que las hojas de aluminio enteras se alejan una de otra.
Entonces, a pesar de ser verdad que no puedes ver las cargas eléctricas, puedes detectarlas con la ayuda de un electroscopio.