La producción sin conexión a la red

Éste es Seamus. Vive en una casa pequeña alejada de la ciudad. Su único acceso a la electricidad es a través de una batería de coche. Cuando necesita usar un dispositivo, lo conecta a la batería. Utiliza un viejo generador diésel para cargar la batería cuando se agota.

Además de todo el humo que proviene del generador, Seamus también debe comprar combustible diésel regularmente para rellenar el generador; pero no hay bastante potencia para que todos los aparatos funcionen a la vez. Seamus quiere otra fuente de energía. Ahorra para adquirir algunos paneles solares y los instala en el tejado. Los paneles están hechos de un material especial que conduce la carga eléctrica al exponerse a la luz solar. Los paneles solares están conectados a una batería que almacena la energía.

Los paneles generan corriente continua que se envía a la batería. Pero la nevera necesita corriente alterna. Conectado a la batería hay un aparato que transforma la corriente continua en corriente alterna: un inversor. Los paneles solares generan suficiente energía para todos sus electrodomésticos. Lo mejor de todo es que no emiten gases ni precisan de ningún relleno como el generador diésel.

Seamus está generando su propia electricidad fuera de la red eléctrica, lo que se conoce como producción de energía independiente de la red. En días nublados hay menos luz solar, lo que significa menos energía para alimentar los paneles solares. Seamus tiene que contar con la energía almacenada en la batería. Se da cuenta de que hay mucho viento, así que instala algunos aerogeneradores. Incluso sin sol, Seamus obtiene energía de las turbinas de viento y, si el viento se detiene y el sol se vuelve más fuerte, obtendrá más energía de los paneles solares.

Seamus obtiene su electricidad de múltiples fuentes de energía: dispone de un sistema eléctrico híbrido. Tiene fuentes de energía limpias y seguras. Su instalación cuesta mucho más que el generador diésel, pero ahorra dinero al no tener que repostar combustible. En un buen día, Seamus produce más electricidad de la que usa, y hasta las baterías se cargan hasta el máximo de su capacidad. Un día observa que la red eléctrica está pasando ahora por su casa.

Si hubiera esperado hasta ese momento, podría haber conseguido energía estable directamente de la red. Pero Seamus tiene una gran idea: conecta su casa a la red. En los días en que su producción de energía es baja, la obtiene de la red. Cuando sus sistemas eléctricos funcionan realmente bien y tiene energía de más, vende el excedente de energía a la red, lo que ayuda a la compañía eléctrica a producir electricidad. Un medidor registra la cantidad de energía que compra de la red y la cantidad que le vende.

Ahora Seamus genera su propia electricidad e incluso gana algo de dinero con el exceso de energía que produce: una rentabilidad que no está nada mal teniendo en cuenta todo el dinero que tuvo que gastar al instalar el sistema eléctrico independiente de la red.