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El hambre mundial
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In order to receive more money for their crops, farmers in poorer regions can grow crops that are in high-demand in other regions, such as ________________.
Los alimentos que producimos a nivel global podrían alimentar a todas las personas del planeta. Sin embargo, más de 800 millones de personas padecen hambre, desnutrición e inanición. Dos tercios se concentran solo en dos regiones: el sur de Asia y el África subsahariana. ¿Por qué? Muchos de los habitantes de estas regiones son realmente pobres; no hay tanta industria como en las regiones más ricas de Europa o América del Norte. La mayoría de las personas que viven en las regiones más pobres y menos industrializadas trabajan como agricultores.
Pero no suelen tener fácil acceso al agua o a un suelo de calidad y no pueden permitirse comprar tierras de cultivo, semillas o fertilizantes. Tampoco disponen de equipos agrícolas avanzados, por lo que todavía desempeñan mucho trabajo de forma manual. Por este motivo, la cantidad de alimentos que producen (la producción) suele ser bastante reducida. Una producción que ya es baja, a veces, puede reducirse aún más por inclemencias meteorológicas, plagas o desastres naturales que destruyen los cultivos. Todos estos factores hacen que a los agricultores les sea muy difícil competir en un mercado global con campesinos de otras regiones, que tienen los medios y las herramientas para lograr una producción más elevada y vender sus cultivos en todo el mundo.
Para conseguir dinero, los agricultores más pobres pueden cultivar productos para ser vendidos en otros países como, por ejemplo, granos de café, algodón o cacao. Incluso los cultivos que podrían alimentar a la población local, como el maíz, también se exportan con frecuencia a otras partes del mundo. Allí, en cambio, se utilizan para producir combustible o para alimentar a los animales que se crían para la producción de carne. Cuando no hay mucha comida disponible localmente, los precios de los alimentos aumentan. Los salarios de las regiones con poca industrialización suelen ser muy bajos y, cuando los alimentos son escasos y caros, es frecuente que las personas no puedan permitirse ni los productos básicos.
Si estalla una guerra en una región como esta, la situación puede empeorar, ya que la población puede verse obligada a dejar sus hogares, trabajos y granjas. Esto limita mucho más su acceso a los alimentos y los sume aún más en la pobreza. Cuando las personas no tienen lo suficiente para comer, acaban desnutridas, débiles y, a menudo, enfermas. No pueden estudiar o trabajar para ganar dinero. Y, si no tienen dinero, no pueden permitirse comprar alimentos, por lo que se debilitan aún más.
El hambre y la pobreza se convierten así en un círculo vicioso. Las personas que viven en las regiones más pobres y menos industrializadas son las más afectadas por el hambre. Pero también hay personas que viven en áreas más ricas y económicamente más estables que no tienen un plato de comida en la mesa. Un 20% de la población de algunos de los países más ricos no sabe cuándo va a volver a comer. Esta incertidumbre constante se conoce como INSEGURIDAD ALIMENTARIA y la principal razón es la pobreza.
El hambre y la inanición están entre los mayores riesgos para la salud del mundo y causan millones de muertes cada año. Nuestro planeta nos provee de grandes recursos, pero estos no están distribuidos de manera uniforme y no todo el mundo tiene el mismo acceso a ellos. Si aprendemos a utilizar y compartir mejor estos recursos, tal vez podamos ponerle fin a la pobreza y eliminar el hambre en el mundo.