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La agricultura en los EEUU
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True or false? Irrigation has no negative effects on the environment.
Al borde de un bosque interminable nos topamos con unas pequeñas granjas familiares. A lo lejos, los granjeros aran la tierra con arados tirados por caballos. Estamos en la América de principios del siglo XIX: las familias trabajan en las granjas produciendo alimento, materiales de construcción, incluso ropa, para sobrevivir, o subsistir. Si en la granja se produce más de lo que consumen, pueden trocarlo por aquello que no producen: nos referimos a los excedentes. Esta gente son pobres agricultores de subsistencia. "¡Oh, no! ¡Estamos viviendo el sueño americano!" ¿Sabes?
Puede que tenga razón. Alrededor de la década de 1820, el 90% de la población estadounidense vive y trabaja en granjas. A medida que los EEUU crecen a lo largo del siglo XIX, muchos de esos granjeros se asientan más hacia el oeste, lejos del este saturado. Las tierras son baratas y cultivan hortalizas, maíz, judías, trigo y crían cerdos y animales que dan leche, con la esperanza de sobrevivir un año más. Normalmente estos pequeños granjeros no cultivan algodón, ni azúcar ni tabaco porque para ello se necesita mucha tierra, mucho trabajo e invertir mucho.
Eso se cultiva en plantaciones y se vende a los mercados mundiales: se trata de cultivos de mercancía. Los fundadores de los Estados Unidos creen que las pequeñas granjas familiares reforzarán a los EEUU haciendo que la gente sea más independiente y autosuficiente económicamente: el a menudo llamado "sueño americano". Gracias a la agricultura, los EEUU son uno de los pesos pesados en la economía mundial. Antes de la Guerra de Secesión de 1861-1865, las enormes plantaciones eran trabajadas por los esclavos y producían grandes cantidades de cosechas de mercancías, como el algodón. Pero el fin de la Guerra de Secesión trajo consigo la abolición de la esclavitud.
Y el sistema de plantación y los mercados americanos se quedaron sin mano de obra gratuita. En las fábricas de los estados del norte la revolución industrial seguía adelante, "a todo vapor". Los inventores se centraron en la automatización mecánica de la agricultura y el transporte sustituyendo la pérdida de mano de obra por máquinas. Allá por el año 1900, los EEUU se extienden desde el Atlántico hasta el Pacífico y cuentan con muy buenas zonas para el cultivo. El 40% de la población trabaja en granjas y un solo granjero americano produce suficientes productos agrícolas como para alimentar a cuatro personas.
La mecanización agrícola en las granjas da inicio a una revolución agraria: la tracción animal es sustituida por camiones y tractores y las cosechadoras se encargan del trabajo de muchas personas. Los avances en la perforación de pozos y el embalse de los ríos traen consigo nuevas posibilidades al desierto del oeste. Desde California hasta Texas, la irrigación convierte los desiertos más áridos en zonas agrícolas altamente productivas. Pero los cultivos que necesitan de agua como los almendrales, el algodón, el trigo y los cítricos en el desierto cuestan dinero... El riego agota el agua de los acuíferos y los ríos.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la agricultura pasa a ser de tecnología muy avanzada. La investigación científica desarrolla nuevos pesticidas y fertilizantes sintéticos. En la década de 1980, los científicos crean semillas que crecen más rápido, que son más tolerantes a las sequías y más rentables: las semillas genéticamente modificadas. En la actualidad, un granjero americano produce alimento como para alimentar a 166 personas. Aunque ahora menos del 2 por ciento de la población se dedica a la agricultura.
Alrededor de un 20 por ciento del territorio americano está cultivado. Y, además, alrededor de un 25 por ciento son pastizales. Esto significa que casi la mitad de la superficie del país se usa para producir alimento. Una tercera parte de los terrenos agrícolas se usan para producir alimento y productos agrícolas que se exportan a todo el mundo. Esto convierte a los Estados Unidos en el mayor exportador del mundo de trigo, maíz, semillas de soja y algodón.
La mayoría de los americanos hace mucho tiempo que dejó el campo para irse a la ciudad, la llamada urbanización. Las granjas, al igual que una eficiente fábrica estandarizada, han ido creciendo a gran escala y suelen ser propiedad de grandes corporaciones multinacionales. Lo que queda de los granjeros se parece más a un operador de maquinaria, un camionero o un científico. Arar un campo ahora es un trabajo solitario con aire acondicionado.