
El ciclo de la roca

Actualiza para más contenido
¿Qué tipo de roca se forma directamente a partir del magma?
La superficie terrestre está compuesta por diferentes tipos de roca. El granito, por ejemplo, la arenisca y el gneis se diferencian en cuanto a su color y estructura. El granito es bastante áspero y tiene unos grandes granos visibles. La arenisca tiene granos del tamaño de la arena dispuestos en capas finas unos encima de otros. Y el gneis parece estar hecho de tiras irregulares de diferentes colores.
Esto se debe sobre todo a que estas tres rocas se han formado de manera distinta. ¿Cómo? Pues vamos a verlo. En el interior del planeta Tierra, por debajo de la superficie de roca sólida, está la roca derretida extremadamente caliente: el magma. Cuando el magma se acerca o sube a la superficie terrestre, en forma de erupción volcánica, por ejemplo, se enfría y solidifica. El granito es un ejemplo de roca que se forma de esta manera: directamente a partir del magma.
Por eso es una roca ígnea. La arenisca y el gneis, por el contrario, se forman cuando el agua, el viento, el calor y la presión actúan sobre las muchas clases de roca. Fijémonos en esta montaña. Está compuesta sobre todo por roca ígnea y lleva millones de años aquí. Durante todo este tiempo, el viento, los cambios de temperatura, la lluvia y los organismos vivos han dejado su huella en la montaña.
La roca se ha ido desgastando, lo que significa que minúsculos trozos de roca se han desprendido y bajado por las laderas junto con los minerales disueltos en el agua de la lluvia. Luego llegan a los arroyos y ríos y desde allí van a desembocar al mar. En él, estos diminutos trozos de roca se hunden y convierten en sedimento. Con el paso del tiempo, el peso que el océano ejerce sobre el fondo marino comprime las capas de sedimento y estas se consolidan para formar roca. Como está hecha de sedimento, este tipo de roca recibe el nombre de roca sedimentaria.
La arenisca es un ejemplo de roca sedimentaria. El fondo de los océanos, donde se forma la roca sedimentaria, forma parte de la corteza terrestre. La corteza terrestre está dividida en varias partes que encajan como las piezas de un puzle y se mueven muy despacio y de forma constante. A lo largo del tiempo, estos movimientos estrujan y empujan la roca cada vez más hacia el interior terrestre creando presión y calor. De esta manera la estructura de la roca puede modificarse.
Se transforma o metamorfosea en otro tipo de roca: la roca metamórfica. El gneis es un ejemplo de dicha roca; puede formarse tanto a partir de roca sedimentaria, como la arenisca, como de roca ígnea, como el granito. A veces, cuando chocan dos trozos de la corteza terrestre, empujan la roca de vuelta hacia el interior de la Tierra. Allí se derrite y convierte en magma y a veces, incluso, es empujada hacia la superficie terrestre y ¡se forman nuevas montañas! Una combinación de diversos factores hace que se formen constantemente rocas y relieves, que se rompan, muevan, construyan capas y que se transformen.
Este ciclo se denomina ciclo geológico, o ciclo litológico. Todos estos procesos son muy lentos por lo que un ciclo como este puede durar ¡cientos de millones de años! Aunque no podamos verlo, el ciclo litológico nunca termina. Las rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas de la superficie terrestre han ido transformándose desde la formación de la Tierra. Y seguirán haciéndolo durante los miles de millones de años venideros.