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Razones por las que explorar el espacio
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¿Por qué exploramos el espacio?
¿Sabías, Philip, que hay un robot que recorre la superficie de Marte recogiendo datos? ¿No es genial? Naaa... Los robots están bien, pero ¿qué tiene de especial mandar cosas al espacio? ¿Por qué lo hacen? No seas tonto, Philip, hay un montón de buenas razones. Durante siglos, nuestros antepasados sintieron la necesidad de explorar lo desconocido, de ver qué había tras la siguiente montaña, más allá del mar o allá arriba en el cielo.
Iban cada vez más lejos, más allá de los límites de lo que ya sabían y entendían. Satisfacer nuestra curiosidad es una de las razones que nos ha llevado a explorar el espacio hoy en día. Pero no es la única. También se está explorando el espacio porque los recursos en nuestro propio planeta son limitados. Corremos el riesgo de, en algún momento dado, quedarnos sin materia prima, combustible, alimento y tierra.
El espacio ofrece nuevas posibilidades de encontrar otros recursos: tierra, metales preciosos, elementos químicos poco comunes, otras materias primas y nuevas fuentes de energía. Otra razón para explorar el espacio es demostrar nuestra capacidad y poder... Pensemos por un momento en algunos de los momentos más famosos de la exploración espacial: el lanzamiento del primer satélite, el primer humano en el espacio, el primer alunizaje. Todo eso ocurrió en la segunda mitad del siglo XX, cuando los Estados Unidos y la Unión Soviética estaban compitiendo en la llamada "carrera espacial". Siendo los primeros en llegar al espacio, las dos naciones pretendían demostrar que estaban más avanzadas y que eran más poderosas que su contrincante.
Sin embargo, en los últimos años, explorar el espacio ya no es tanto una exhibición de poder militar, sino que se centra más bien en los descubrimientos científicos. Saber más cosas sobre otros planetas y estrellas, por ejemplo, nos ayuda a averiguar cómo se formó nuestro planeta Tierra y cómo podría cambiar en el futuro. La exploración espacial también les permite a los científicos entender los distintos procesos naturales que tienen lugar tanto en la Tierra como en cualquier otro sitio del universo. Y luego también está el aspecto práctico de la exploración espacial. Para recoger datos sobre el espacio, los científicos necesitan herramientas: telescopios, satélites, ordenadores, detectores...
Muchas de esas herramientas y soluciones creadas para explorar el espacio, ¡ahora juegan un papel fundamental en nuestro día a día! Cosas como móviles con cámara, luces LED, células solares e incluso fruta seca congelada podrían no haberse inventado nunca si no fuera por la exploración espacial. Previsiones meteorológicas precisas, sistemas de navegación y retransmisiones en directo solo son posibles gracias a lo invertido en la exploración espacial y a los miles de satélites orbitando alrededor de nuestro planeta. La exploración espacial también es una industria que crea muchos puestos de trabajo y mejora la economía. Algunos de esos puestos fueron creados directamente dentro de la industria de exploración espacial: puestos para científicos, investigadores, ingenieros, programadores y astronautas.
Pero muchos otros puestos han sido creados dentro de la industria y los servicios indirectamente relacionados con la exploración espacial, como pueden ser la telecomunicación, la manufactura, la construcción, las ventas y la educación. Explorar el espacio puede incluso crear industrias nuevas que proporcionen todavía más empleo, por ejemplo, ¡el turismo espacial! La gente con estos empleos gana dinero, paga sus impuestos y compra cosas, lo que ayuda a otros negocios. Eso a su vez favorece a la economía en general. Vaya, así que con la exploración espacial se puede ganar dinero, podemos aprender cosas nuevas e inventar tecnología nueva.
Pues tienes razón, Kim, no está nada mal.