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El espacio y el cuerpo humano
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¿Verdadero o falso? Ir al espacio puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de un astronauta.
Em, Philip, ¿por qué estás haciendo el pino? Forma parte de mi programa de autopreparación para ser astronauta. ¡Tengo que asegurarme de tener el cuerpo listo para el espacio! ¿Y por qué cree Philip que necesita preparación física? El entorno en el espacio es muy diferente al de de la Tierra. En la Tierra existe la fuerza de gravedad que actúa todo el rato sobre nuestros cuerpos, tirando de ellos hacia el centro del planeta. El cuerpo humano se ha desarrollado para vencer esa fuerza.
El corazón bombea sangre que distribuye oxígeno y nutrientes; los huesos aguantan nuestro peso y los músculos trabajan constantemente contra la gravedad. Pero en las misiones espaciales, los astronautas a menudo pasan prolongados períodos de tiempo en un entorno con muy poca gravedad. Cuando la gravedad es baja, el cuerpo humano siente esa falta de peso y "flota". Esta ingravidez afecta de distinta manera al cuerpo de los astronautas. Cuando no hay gravedad que tire del cuerpo hacia abajo, los huesos no necesitan soportar tanto peso.
Si no hay presión suficiente sobre los huesos, empiezan a soltar los minerales de los que están hechos, como el calcio. Los huesos pierden su masa y densidad, se debilitan y se vuelven frágiles. Esto se conoce como osteoporosis por desuso. Los músculos tampoco tienen necesidad de aguantar el cuerpo contra la gravedad y por eso también se debilitan. Incluso el corazón no tiene por qué bombear tanta sangre como en Tierra, por lo que con el tiempo el corazón también se debilita, lo que aumenta el riesgo de problemas cardíacos, como un infarto, al regresar a la Tierra.
Los astronautas en las misiones espaciales largas tienen que mantener una rutina estricta de ejercicios y llevar una dieta adecuada para que el cuerpo pueda funcionar bien tanto en el espacio como cuando regresen a la Tierra. La ingravidez también hace que los fluidos del cuerpo suban a la cabeza. Esto hace que la cara tenga un aspecto hinchado, pero también puede tener consecuencias graves. Puede afectar a la visión o a otras importantes funciones cerebrales. Otro problema en el espacio es la radiación.
En la Tierra, la atmósfera y el campo magnético del planeta nos protegen contra las radiaciones cósmicas. Pero en el espacio los astronautas están expuestos a niveles muchos más altos de radiaciones dañinas. Esto puede, por ejemplo, aumentar el riesgo de padecer cáncer. La monitorización y las pantallas protectoras juegan un papel importante en mantener los niveles de radiación dentro de límites seguros para los astronautas. Los problemas físicos no son los únicos a los que se enfrentan los astronautas en el espacio.
Imagínate pasar un año encerrado en una habitación con un puñado de desconocidos, lejos de tu familia y sin ningún sitio a donde ir. Transcurrido un tiempo, eso se volvería muy estresante, molesto y a veces incluso aburrido. De ahí que sea bastante común que los astronautas luchen con las emociones y experimenten cambios en su propio comportamiento. Por eso los astronautas requieren de mucho entrenamiento. El viaje espacial implica mucha tensión corporal y mental, y hay que prepararse bien para lidiar con los cambios.
A pesar de la preparación y el entrenamiento, los astronautas siguen experimentando algunos problemas al regresar de una misión larga. A veces les lleva meses de rehabilitación recuperar la fuerza muscular, la masa ósea y la salud mental. Sin embargo, a la larga estudiar los efectos de los vuelos espaciales en el cuerpo humano podría ayudar a los médicos a entender mejor enfermedades como el cáncer o la osteoporosis. Y podrían descubrir tratamientos nuevos. Al mismo tiempo, los científicos están desarrollando tecnologías y métodos que podrían ayudar a reducir los efectos negativos que tienen en el cuerpo humano los viajes espaciales.
Esto facilitará y hará más seguros los viajes espaciales. - Philip, ahora tienes pinta de haberte pasado meses en el espacio. Estás todo rojo e hinchado. Ya está bien de entrenar por hoy, ¿no?