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Las acciones personales importan
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Leon cumple hoy 14 años. Y se siente muy mayor. Mamá, quiero ser más independiente. Acabo de cumplir 14 años, ¡así que prácticamente soy un adulto! Eh, ¿y qué quieres decir exactamente con eso?
Pues que quiero decidir todo por mí mismo como, por ejemplo, cuándo irme a la cama, lo que como, lo que hago, ¡todo! A Leon, ser completamente responsable de sí mismo le parece fantástico. Planea jugar al fútbol todas las tardes y, después, ver una película o dos antes de acostarse a medianoche como muy pronto. Ya no quiere comer tantas verduras porque no le gusta el sabor, pero tomará mucha fruta. Y pizza, helado y dónuts… Todo esto suena bastante divertido, pero, a largo plazo, las acciones de Leon podrían causarle más daño que beneficio.
Acostarse demasiado tarde y dormir muy poco le hará sentirse cansado y malhumorado. La dieta que Leon se está imaginando tampoco parece muy saludable. Su cuerpo no podrá funcionar correctamente, si solo se alimenta de frutas, pizza y postres. Por eso, si Leon quiere llegar a ser totalmente independiente, debe darse cuenta de que es responsable de su propia salud y de su bienestar. Lo que haga con su independencia y las acciones que lleve a cabo pueden determinar su manera de sentirse, la impresión que cause en otras personas y cómo será su futuro.
Lo que decides hacer suele afectarte solo a ti, aunque nuestras acciones también afectan a menudo a otras personas. A veces, los afectados son las personas más cercanas a nosotros. Por ejemplo, si Leon decidiera pasar todas las tardes jugando al fútbol, su amigo Michael se sentiría bastante molesto porque Leon ya no tendría tiempo para quedar o ir de acampada con él. Ahora bien, otras veces, nuestras acciones pueden afectar a grupos de personas mucho más grandes e incluso al entorno en el que vivimos. Hace un par de años, Leon iba casi todos los días de verano a la playa más cercana.
Y, a medida que pasaban las semanas, se dio cuenta de que cada vez había más basura. Parecía como si a la gente no le importara en absoluto que la playa estuviera limpia o llena de basura. Este hecho molestaba mucho a Leon, sobre todo después de tener que pelearse con una bolsa de plástico para quitársela a un pájaro que intentaba comérsela. Así que decidió hacer algo al respecto: hizo carteles para decirle a la gente que estaba mal dejar la basura y colocó letreros para señalar los contenedores más cercanos. Luego, cuando terminó la temporada de playa, convenció a su equipo de fútbol para que lo ayudara a limpiar la playa.
Eso no solo significaba que los animales de la playa ya no se verían perjudicados por la basura, sino que las personas que fueran allí disfrutarían de un espacio mucho más agradable. Puede que pienses que no hay manera de causar un impacto en algo o de influir en alguien. Cuando Leon colocó los carteles y las señales en la playa, no se imaginaba que la gente prestaría más atención a la hora de dejar la basura. Pero, al igual que las circunstancias, los acontecimientos y otras personas tienen un efecto en ti todos los días, tú también puedes influir en ellos. Y, aunque los demás no se vean afectados directamente, sí que es importante pensar en cómo te va a afectar una acción o decisión en este momento y en el futuro.
Mmm… ¿qué te parece un compromiso, mamá? Me comprometo a ser independiente algunos días, pero tú puedes ayudarme a planear los otros días.