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Alejandro Magno
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¿Verdadero o falso? Alejandro Magno era hijo de Alejandro Pequeño.
¿Quién es éste? ¿Un dios? Bueno, muchos creen que sí, pero no; se trata del rey griego Alejandro Magno. El dios Zeus es su padre, o al menos es lo que dice él. Pero empecemos desde el principio con su otro padre: el rey Filipo II, rey de Macedonia. Macedonia forma parte de Grecia, o de la Hélade, que es como se llama en la Antigüedad, aunque muchos griegos no consideran a los macedonios griegos de verdad, sino bárbaros. ¿Por qué?
Porque bebían vino sin mezclarlo con agua, y eso no se consideraba fino. Fillipo II ha conquistado casi toda la Hélade. Forma una unión militar: la Liga de Corinto. Casi todas las ciudades-estado griegas forman parte de esta liga. Pero mira, aquí tenemos a Alejandro.
Cuando Alejandro tiene veinte años, Filipo muere. Uno de sus guardaespaldas lo asesina. Nadie sabe por qué. Muchos creen que la madre de Alejandro tuvo algo que ver. O puede que el propio Alejandro.
Al morir su padre, Alejandro se convierte en el rey de un imperio muy grande y en el comandante del ejército de la Liga de Corinto. Considera que ya va siendo hora de aumentar el imperio y se apodera de Persia. Los persas ya habían intentado conquistar la Hélade, pero fallaron. Ahora Alejandro busca venganza. Pero primero tiene que sofocar algunos levantamientos en la Hélade. ¡Listo! ¡Qué rapidez!
Hora de irse a Persia. ¡Allá vamos! Pasa por la ciudad de Gordio. Dice una leyenda local que cualquiera que quiera conquistar Asia primero tiene que deshacer un complicado nudo: el Nudo Gordiano. Hasta ahora nadie lo ha logrado. Alejandro estudia el nudo, pero no da con la solución.
Se enfada tanto que golpea el nudo con su espada. Una solución que nadie ha puesto en práctica antes, pero funciona. El nudo se parte en dos y se deshace. La confianza de Alejandro y de todo su ejército va en aumento. Asia yace ante ellos para ser conquistada.
Al rey persa, Darío III, le han avisado de antemano de que los griegos están de camino, así que contraataca. A pesar de que el ejército persa les dobla en tamaño, Alejandro vence. Y sigue adelante. Nada parece poder detenerle. Expande el imperio hacia todas las direcciones.
Conquista Egipto y entra en la India. También funda ciudades que llevan su nombre, por ejemplo, Alejandría, en Egipto. Por todo el camino va difundiendo la cultura y los dioses griegos. A la gente de los territorios conquistados se les permite mantener sus dioses, siempre y cuando acepten también a los dioses griegos. Los griegos a su vez, son influenciados por las religiones con las que se van encontrando.
Por ejemplo, Alejandro adopta la costumbre persa de que los reyes son dioses y ahora él es considerado un dios. Porque cuando la madre de Alejandro estaba embarazada dijo que había soñado que un rayo le había golpeado en el estómago. Y como el rayo es el símbolo de Zeus, está claro que Alejandro es hijo de Zeus. Todo el mundo venera a este joven "dios" al que todo parece irle bien. Pero de repente su suerte cambia.
A su alrededor se suceden malos augurios repetidamente. Los adivinos predicen que algo malo le va a acontecer: que morirá joven. Y efectivamente. A la edad de treinta y tres años enferma y muere por causas desconocidas - probablemente debido a una sobredosis en la medicación. El dios divino ha muerto, pero le seguirán muchos más.
Entre otros, Ptolomeo de Egipto. Es hora de empezar un nuevo período: el período helénico.