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El Homo sapiens: métodos de investigación
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¿Verdadero o falso? Los arqueólogos pueden utilizar imágenes de satélite para averiguar dónde poder hacer una excavación.
¿Cómo sabemos que los humanos descienden de otras especies? ¿Una excavadora? Sí, a veces se encuentran huellas de humanos prehistóricos por casualidad, haciendo otra cosa. Como en este caso: construyendo una carretera. Otras veces, las imágenes de los satélites muestran huellas de montículos de tumbas que se han encontrado, o la forma del terreno muestra que aquello pudo haber sido un sitio idóneo para un asentamiento prehistórico. ¡Oh, parece que han encontrado algo! Trozos de una olla.
Hay que llamar a un experto en prehistoria: un arqueólogo. Los arqueólogos cavan un agujero: una zanja. La zanja es cuadrada, con paredes perfectamente rectas y verticales. Las paredes están como... ¡a rayas! Son capas de estrato, hojas descompuestas, arena y gravilla prensada que se fueron formando a lo largo de mucho tiempo.
Es como cuando haces un pastel: la capa más baja se convierte en la primera y la de más arriba en la última. De este modo los arqueólogos saben que el hueso que han encontrado en la capa siete tuvo que ir a parar ahí antes que los trozos de la olla de la capa uno. El hueso es más antiguo. Pero ni saben cuántos años tienen los restos de cerámica ni el hueso. Mandan sus hallazgos al laboratorio para que los sigan analizando.
Todo ser animal y vegetal que vive en la Tierra ingiere cierto tipo de carbono, que es un poco radioactivo: el Carbono 14. Cuando la planta o el animal muere, parte de ese carbono 14 empieza a desintegrarse. Al medir el porcentaje de carbono 14 radioactivo en una materia que estuvo viva, se puede averiguar hace cuánto murió. A esto se le llama el método del C-14, y funciona bien, tanto con troncos viejos como trozos de hueso y residuos de comida. Ahora los arqueólogos ya saben que los restos de comida en los trozos de olla tienen 1,000 años y que el hueso en la capa siete tiene 19,000 años. ¡Siguen cavando!
Mira: un cráneo en la capa 22. Los arqueólogos sospechan que el cráneo no pertenece a la especie Homo sapiens. Llaman a sus compañeros, los paleoantropólogos, que son expertos en los primeros prehumanos. El cráneo está atascado, como si estuviera en hormigón. Los paleoantropólogos tienen que picar para sacarlo.
Esta capa ha estado sometida a una fuerte presión durante varios cientos de miles de años. La materia que antes era blanda ahora se ha petrificado. El cráneo se ha convertido en un fósil. El cráneo es antiguo. Probablemente tenga más de 50,000 años, así que el método C-14 ya no funciona.
Resulta difícil datar cualquier materia de la capa 22. Pero, las capas de encima y debajo del cráneo, es decir, las capas 21 y 23, están compuestas por ceniza volcánica prensada que se formó a partir de dos erupciones volcánicas diferentes. Y la ceniza volcánica sí que se puede datar. Esto también se hace midiendo la radioactividad y observando cómo ha cambiado la ceniza desde su primera formación. Las muestras indican que la capa 21tiene 300,000 años y que la capa 23 tiene 400,000.
Ahora los investigadores ya saben que la capa que está en el medio se formó hace entre 300,000 y 400,000 años. El cráneo se encontró en la parte superior de la capa 22, lo que les lleva a pensar que tiene aproximadamente 300,000 años. Puede que este individuo muriera en la erupción volcánica y que la ceniza lo enterrara. Ahora son los expertos en huesos, los osteólogos, quienes estudian detenidamente el cráneo. Lo pesan, miden y comparan.
Son capaces de determinar si el cráneo pertenece a la especie Homo sapiens o si pertenece a una especie extinguida. Pueden determinar el sexo del individuo, si estaba enfermo cuando murió, y de qué tamaño era su cerebro. Este cráneo está en buenas condiciones y tiene rasgos distintivos que muestran que se trata de una hembra de la especie Neandertal. El cráneo está tan bien conservado que incluso pueden leer el ADN del individuo a partir de un diente. El análisis de ADN confirma que se trata de una mujer, y que vivió hace unos 300,000 años, y que probablemete tuviera los ojos marrones y fuera pelirroja.
El conocimiento acerca del desarrollo humano, la evolución, está mejorando continuamente. Los científicos de los distintos campos o disciplinas colaboran y usan distintos métodos y técnicas para poder entendernos mejor y saber de dónde venimos.