
La subida al poder de los nazis: Las elecciones de 1930, un triunfo para el partido nazi

Actualiza para más contenido
¿Verdadero o falso? En las elecciones de 1930, los nazis recibieron veinte millones de votos.
Alemania se ha recuperado tras la guerra y su economía es casi tan buena como lo era antes de que estallara. El país se ha reconstruido, sobre todo gracias al dinero que los EEUU le prestan a Alemania. Hay menos desempleo. En mayo de 1928 hay elecciones. Para Hitler y el partido nazi serán un fracaso.
Sólo obtienen un 2.6 por ciento de los votos. Es decir, obtienen 12 de los 600 escaños del parlamento y muy poco poder. Pero Hitler y el partido nazi no se rinden. El partido crece. Los líderes locales organizan mítines y gastan mucho dinero imprimiendo boletines informativos, folletos y pósters con mensajes sencillos.
Tambien organizan grandes concentraciones, cuidadosamente organizadas por Joseph Goebbels. Miles de personas acuden a los mítines que también son emitidos por la radio. Goebbels insiste en mostrar a Hitler como un gran líder y en describir a los comunistas y a los judíos como los enemigos de Alemania. Muchos le escuchan y asumen esas ideas porque Goebbels es muy hábil haciendo propaganda. En octubre de 1929 los EEUU caen en una profunda crisis económica.
Los obreros y granjeros americanos ya no pueden permitirse comprar los bienes producidos. Los bancos y las empresas quiebran y el desempleo aumenta considerablemente. La crisis económica, la Gran Depresión, se extiende desde América a muchos otros países en todo el mundo. El mundo entero entra en una recesión. Alemania es uno de los países más afectados por la crisis económica.
Le ha pedido prestado un montón de dinero a los EEUU, pero ahora los Estados Unidos dejan de prestarles. Al mismo tiempo le exigen a Alemania que les devuelva el dinero prestado, Con lo que la economía alemana se desploma y el desempleo se vuelve enorme. Al perder la guerra en 1918, los americanos obligaron a Alemania a formar una república democrática. Ahora que hay una crisis, los políticos elegidos no parecen capaces de solucionarla. El pueblo alemán pierde la confianza en la democracia parlamentaria.
La crisis y la insatisfacción en Alemania crean unas bases propicias para Hitler y el partido nazi. Cada vez acude más gente a sus mítines. Hitler tiene más claro que nunca que Alemania no debería cumplir con el Tratado de Paz de Versalles ni pagar ninguna deuda a ningún país. Insiste en detener lo que él llama la influencia judía y en sustituir la democracia por un gobierno fuerte que ponga a Alemania por encima de todos los demás. Hitler evita cuidadosamente explicar cómo exactamente resolverá la crisis.
Pero le promete a todo el mundo: - Los obreros tendrán trabajo. - Los granjeros son el orgullo de Alemania, y la agricultura florecerá. - Los jóvenes vivirán en una Alemania moderna donde la tecnología les proporcionará nuevos empleos, carreteras y fábricas. - La gente mayor recibirá cuidados. Y él se asegurará de que los valores alemanes tradicionales gobiernen el país. - Los dueños de los negocios no tendrán que preocuparse por las exigencias de los comunistas camorristas ni de los sindicatos. ¡Y el pueblo alemán le escucha! Por vez primera Hitler y los nazis consiguen miembros de los distintos sectores de la población. Empiezan a recaudar un montón de dinero. El dinero procede casi todo de los propietarios de negocios que esperan que los nazis acaben con los comunistas.
El partido también consigue miembros que son oficinistas, granjeros, estudiantes y gente en el paro. Los mítines nazis se hacen cada vez más grandes. Están repletos de música, banderas con la esvástica y gente desfilando al estilo militar. A Hitler lo vitorean miles de personas vaya a donde vaya, y cuando habla, lo saludan con los brazos extendidos y gritando: "Sieg Heil!" Los mítines son espectáculos grandiosos que impresionan a mucha gente. En las elecciones de 1930 los nazis obtienen seis millones y medio de votos y se convierten en el segundo partido más grande después de los socialdemócratas.
Pero Hitler no se conforma con ser el líder del segundo partido más grande. ¡Él quiere liderar Alemania!