El nacimiento de Atenea

Zeus, el dios todopoderoso del cielo, se casa con la diosa Metis. Es conocida por sus pensamientos profundos y sus sabios consejos. Zeus, por el contrario, es propenso a preocuparse por lo que podría suceder en el futuro. Un día, visita a un ser especial que tiene la capacidad de ver el futuro — un oráculo — para tranquilizarlo. El oráculo le dice a Zeus que Metis tendrá una hija.

Luego agrega que a la hija le seguirá un hijo ¡que derrocará a Zeus! Zeus está conmocionado. Recuerda que su padre y su abuelo fueron derrocados por sus hijos. No puede permitir que le pase a él... Zeus convence a Metis que ambos deben transformarse en diferentes animales - ¡solo por diversión!

Metis se relaja mientras juegan. Por una vez, puede dejar de pensar tan profundamente en todo. Zeus ve su momento. Con la guardia baja de Metis, él la desafía a convertirse en una mosca. Cuando lo hace... ¡él se la traga de golpe!

Zeus sonríe con satisfacción. Esto pondrá fin a esa amenaza de ser derrocado. Tal vez Zeus también absorba algo de la envidiable sabiduría de Metis. Algún tiempo después, Zeus comienza a tener terribles dolores de cabeza. En desesperación, pregunta por un remedio para su dolor.

Sus amigos vienen uno por uno a ofrecerle consejos. Dionisio le dice a Zeus que beba más agua y descanse. Pero no le ayuda. Apolo toca música suave con su arpa. Pero solo empeora las pulsaciones.

Hermes se pregunta en voz alta si hay algo dentro de la cabeza de Zeus que le cause el dolor... Invoca a Hefesto, el dios artesano. Para consternación de Zeus, Hermes le dice a Hefesto que rompa el cráneo de Zeus. Con el chasquido del hacha de Hefesto y un grito de dolor de Zeus, ¡una criatura brota de la cabeza de Zeus! Es su hija: Atenea.

Resulta que Metis estaba embarazada cuando Zeus se la tragó. Gradualmente se desvaneció en pensamiento puro dentro de Zeus, pero su hija se hizo más grande y más fuerte cada día. Ahora, Atenea está ante Zeus, un guerrero completamente desarrollado, vestida con una armadura y con un escudo en la mano. Es la diosa de la sabiduría y la guerra. Algunos dicen que los latidos en la cabeza de Zeus era Athena golpeando su armadura.

Ahora que nace Athena, el dolor de Zeus ha desaparecido. Zeus sonríe con deleite a la hermosa y fuerte hija que tiene delante, y a su escape de la profecía del oráculo. Nunca más existirá Metis fuera de él; ella nunca tendrá el hijo destinado a derrocarlo. La sabiduría de Metis, mientras tanto, vive dentro de Zeus. Con el tiempo, Zeus será conocido por su consideración y decisiones cuidadosas.

Pero por ahora, celebra la feliz ocasión de la llegada de su hija con una tormenta eléctrica en el cielo.