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La crisis polaca: 1980-1981
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Who led the strike by workers at the Gdańsk shipyard in August 1980?
En la década de 1940, Polonia cae bajo el dominio comunista. Polonia tiene su propio gobierno, pero la Unión Soviética controla en gran medida la política y la economía del país. Los líderes comunistas insisten en que la gente apoye sus ideas y políticas; cualquiera que esté en contra de ellos es encarcelado, exiliado o ejecutado. Bajo el sistema comunista, el gobierno se hace cargo de las industrias y las grandes granjas de Polonia. La economía del país se debilita.
Los precios de los alimentos suben rápidamente — mucho más rápido que los salarios de las personas. En 1980, la economía de Polonia está en crisis. Ese año, el gobierno despide a muchos trabajadores, recorta salarios, y nuevamente aumenta los precios de los alimentos. Los polacos no pueden más. El 14 de agosto de 1980, los trabajadores en un astillero en la ciudad de Gdańsk deja de trabajar.
Hacen una huelga ilegal para protestar contra el gobierno. Liderando la huelga está un electricista extrovertido, Lech Walesa. Los huelguistas exigen varios cambios en Polonia, que incluyen la libertad de expresión y la liberación de los presos políticos. Sobre todo, quieren el derecho a organizarse en sus propios sindicatos, separarse del gobierno comunista, para representar los intereses de los trabajadores. Los huelguistas se niegan a abandonar el astillero hasta que sus demandas sean satisfechas.
Se difunde la noticia de su lucha. Más trabajadores en los astilleros, minas y fábricas en toda Polonia se unen a la huelga. Finalmente, el gobierno cede. El 31 de agosto, firma un acuerdo con los trabajadores que incluye el derecho a formar sindicatos y a la huelga. Esta es una gran victoria para los trabajadores de Polonia, pero su lucha apenas ha comenzado.
Grupos de trabajadores de todo el país se unen para formar un solo sindicato nacional llamado Solidaridad. Solidaridad convoca más manifestaciones y marchas por las calles pacíficas exigiendo alimentos asequibles además de justicia, democracia, y libertad de creencias. Al cabo de unos meses, la membresía de Solidaridad alcanza los 10 millones — el 80 por ciento de la mano de obra de Polonia. El sindicato se ha convertido en un poderoso movimiento social. Los líderes en la Unión Soviética mantienen una estrecha vigilancia a medida que se desarrolla la situación.
No les gusta lo que ven. En diciembre de 1980, los soviéticos reúnen tropas en la frontera polaca. Implantan un nuevo primer ministro en Polonia, el General Wojciech Jaruzelski, y le instruyen para que no se dé su brazo a torcer frente a las reivindicaciones de Solidaridad. Si lo hace, advierten, las tropas soviéticas entrarán en el país. Quizás para salvar a Polonia de la invasión soviética, o tal vez simplemente para aplastar la rebelión anticomunista, Jaruzelski toma una decisión dramática.
El 13 de diciembre de 1981, un año después de asumir el cargo, declara la ley marcial, y da a los militares poderes especiales para controlar la vida cotidiana. Inmediatamente, los soldados y los tanques empiezan a patrullar las calles. Los medios de comunicación son tomados por el gobierno. Las escuelas y universidades están cerradas. Se prohibe Solidaridad.
Detienen a cinco mil solidarios, incluido Wałęsa. Se dispara a cualquiera que continúe en huelga o marchando. Cuando la noticia de la situación en Polonia llega al resto del mundo, Solidaridad gana apoyo internacional. Estados Unidos quiere ayudar al movimiento como parte de sus esfuerzos continuos para obtener la victoria sobre la Unión Soviética en la Guerra Fría. Suministra en secreto a Solidaridad con imprentas y equipos de radio para que el movimiento pueda difundir sus mensajes.
También limita el comercio con Polonia para castigar al gobierno comunista. Bajo la creciente presión internacional, Jaruzelski levanta la ley marcial el 22 de julio de 1983. Sin embargo, las nuevas leyes temporales significan que el gobierno mantiene su control estricto sobre la vida política y económica. Cinco años después, Jaruzelski finalmente aprueba las negociaciones entre el gobierno y la proscrita Solidaridad. Estas conversaciones llevan a que Solidaridad sea legalizada nuevamente y a las primeras elecciones libres de Polonia desde que comenzó el régimen comunista.