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Las moléculas tienen enlaces covalentes
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¿Qué tipo de unión tenemos si los átomos comparten dos electrones cada uno?
Los átomos no suelen existir de uno en uno. Les gusta unirse entre sí. A veces forman grandes estructuras cristalinas… y otras crean unidades más pequeñas llamadas moléculas. ¿Por qué se unen entre sí para formar moléculas? Tiene que ver con los electrones y, más específicamente, con los electrones de la capa más externa: los electrones de valencia. Los átomos que tienen casi ocho electrones en su capa de valencia quieren conseguir más electrones para alcanzar el número de ocho.
Si hay otro átomo que está dispuesto a renunciar a algunos de sus electrones, logramos un ion negativo y uno positivo. Estos iones se atraen entre sí y formas grandes estructuras de cristal con miles de millones de iones. Pero eso solo sucede cuando un átomo quiere más electrones y otro quiere deshacerse de los suyos. ¿Qué pasa si dos átomos quieren ganar más electrones, pero ninguno está dispuesto a renunciar a ellos? Pues hay una solución sencilla. Pueden cooperar.
Los dos átomos quieren un electrón extra, pero ninguno de ellos quiere ceder uno. Ahora bien, los dos pueden ofrecer uno de sus electrones al otro. Contemos ahora los electrones externos de cada átomo: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7… 8. Este átomo dispone de ocho electrones en su capa externa, tal y como quiere. Y el otro: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7… 8.
Este átomo también dispone de ocho electrones externos. Al compartir uno de sus electrones, los dos pueden en efecto obtener un electrón más sin desprenderse de otro. Mientras los átomos se queden cerca el uno del otro, este «par de electrones» compartido pertenece a los dos átomos. Los electrones compartidos han creado un enlace químico entre los átomos, representado como una línea entre ellos. Los átomos han creado ahora una molécula.
Los enlaces entre los átomos de una molécula se llaman enlaces covalentes. Como estos átomos necesitaban únicamente un electrón más, sólo pueden formar un enlace covalente. Aquí vemos un átomo con seis electrones en su capa externa. Para alcanzar el número de ocho, le falta conseguir dos electrones más. Una manera consiste en formar enlaces covalentes con dos átomos distintos.
Si volvemos a contar los electrones, tenemos: dos electrones en este enlace; dos en este otro; y cuatro electrones que no están unidos. Un total de ocho. El átomo carecía de dos electrones, por lo que podía hacer dos enlaces. Pero hay otra manera. Si cada átomo comparte dos electrones en lugar de uno… forman un doble enlace.
El doble enlace se compone de dos pares de electrones y es más fuerte que un enlace simple. Si empiezas con cinco electrones de valencia, ¿cuántos enlaces debes formar? Tres enlaces simples. O bien, un triple enlace. Este incluso es más fuerte que el doble enlace.
Fíjate. Los átomos forman moléculas al compartir electrones entre sí en enlaces covalentes. De esa manera, pueden aumentar el número de electrones en sus capas externas sin robar ningún electrón al otro. Por cada enlace, el átomo gana un electrón. Los dobles enlaces y los triples enlaces también son posibles.
El objetivo es conseguir ocho electrones de valencia.