El nitrógeno
¿Cuál es el sinónimo de "no reactivo"?
Aire. No podríamos vivir sin él ya que contiene oxígeno. Pero la mayor parte del aire parece inservible. Al inhalar, llenamos cuatro quintos de nuestros pulmones con nitrógeno. Los átomos de nitrógeno vienen, igual que el hidrógeno y el oxígeno, en pares.
Lo transcribimos como N-dos. De hecho, en nuestro cuerpo hay un montón de partes que necesitan los átomos de nitrógeno para funcionar: los músculos, la piel, la sangre, incluso el ADN... Lo que pasa es que... no podemos obtener los átomos de nitrógeno del aire así sin más. Las plantas también necesitan átomos de nitrógeno, pero tampoco ellas pueden obtenerlos del aire. ¿Qué tiene el nitrógeno gaseoso que hace que sea tan difícil de usar?
Tiene que ver con el fuerte enlace entre los átomos de nitrógeno que hace que la molécula sea muy estable. Decimos que el gas de nitrógeno es inerte, lo que significa que no está dispuesto a reaccionar con otras sustancias. Esta propiedad es algo que puede usarse a la hora de envasar comida. Al sustituir el aire por nitrógeno puro, la comida dura mucho más. Los átomos de nitrógeno que necesitan nuestro cuerpo los obtenemos a través de la comida.
Pero ¿cómo llega el nitrógeno a la comida si ni las plantas ni los animales pueden obtenerlo del aire? Pues gracias a las bacterias que viven en la tierra y en algunas plantas. Estas bacterias suelen unir el nitrógeno de dos maneras: o bien con hidrógeno - en un ion de amonio... o bien con oxígeno - en un ion de nitrato. Cuando el nitrógeno está unido, o anclado en una de estas formas, sólo entonces pueden usarlo las plantas ...
y el nitrógeno puede subir peldaños en la cadena alimenticia. Así que gracias a estas bacterias nuestros cuerpos obtienen el nitrógeno que necesitan. Pero la mayoría de las plantas que cultivamos para el consumo necesitan más nitrógeno del que producen dichas bacterias, porque si no, nuestras plantas crecerían mucho más despacio. Una manera de añadir más nitrógeno es con estiércol: los excrementos animales. Pero el estiércol natural no basta para la cantidad de alimento que queremos cultivar.
Por eso producimos fertilizantes mediante un proceso químico que también une el nitrógeno gaseoso del aire. Estos compuestos de nitrógeno que esparcimos por los campos acaban en los ríos y lagos y pueden hacer que crezca demasiada vegetación en ellos. Por eso hay que controlar cuánto fertilizante se usa. Para producir alimento suficiente para toda la población mundial, hay que añadir nitrógeno extra a los campos. Tanto si está anclado de manera natural mediante bacterias o de manera sintética en una fábrica, las plantas necesitan nitrógeno para crecer.
El nitrógeno en el aire es más útil de lo que puede parecer. En realidad, es tan imprescindible como el oxígeno.