Los azúcares compuestos

¡wow! Le has puesto cuatro terrones de azúcar al café. Mmmmm, qué rico. ¡El zumo es mucho más sano! Te apuesto a que hay más azúcar en ese vaso que en mi café. Averigüemos si Jenny tiene razón y si es el mismo tipo de azúcar.

Por lo general, dividimos los azúcares en dos grupos: azúcares simples y disacáridos. Empecemos por los simples. Aquí encontramos la glucosa, muy presente en las frutas y bayas. Otro azúcar simple es la fructosa, que también se encuentra en las frutas y las bayas. Un tercer azúcar simple, la galactosa, se halla en la leche.

En la naturaleza, los azúcares simples se suelen conectar de dos en dos, y entonces forman un azúcar doble: un disacárido. Di significa dos y sacárido es otra palabra para azúcar. Cuando la fructosa y la glucosa se fusionan, producen un azúcar llamado sacarosa, aunque solemos conocerla simplemente como azúcar o azúcar de mesa. Ese es el azúcar que Jenny echó en el café, y está hecho de caña de azúcar o de remolacha azucarera. Otro disacárido es la maltosa, compuesta de dos moléculas de glucosa.

La maltosa se forma cuando los granos fermentan o germinan. La maltosa se encuentra, por ejemplo, en la cerveza y en la salsa de soja, aunque solo en cantidades pequeñas. Un tercer disacárido es la lactosa, también conocida como azúcar de leche. Se compone de galactosa y glucosa. Como su nombre indica, la lactosa se encuentra en la leche.

Lo que tienen en común todos los azúcares es su sabor dulce y una gran cantidad de energía. Veamos cuánta energía tiene el zumo de naranja. Este vaso contiene dos decilitros y medio, lo que equivale al zumo de cuatro naranjas. La mitad del azúcar del zumo es sacarosa. El resto es glucosa y fructosa.

En total habrá unos veinticinco gramos u ocho terrones de azúcar. Eso es igual a la energía que consumes al saltar a la comba durante diez minutos. Pero, si estás sentado sin moverte, el cuerpo solo consume esta pequeña cantidad. Cuando tomas azúcar, los azúcares simples viajan rápido al torrente sanguíneo…, mientras que los disacáridos deben dividirse primero en azúcares simples mediante enzimas. La enzima que fragmenta la lactosa se denomina lactasa.

Casi todos los niños tienen lactasa en el estómago, pero, en muchos adultos, el estómago ya no la produce. Sin lactasa, la lactosa pasa al intestino grueso donde es descompuesta por las bacterias. Así, si bebes mucha leche, te puede ocasionar malestar y dolor estomacal y gases. Esta incapacidad para digerir la lactosa se denomina intolerancia a la lactosa. En muchas partes del mundo, es bastante normal que los adultos sean intolerantes a la lactosa.

En otras partes, la mayoría de la gente puede digerir la lactosa sin problemas. En resumen: distinguimos entre azúcares simples y disacáridos. El disacárido más común es la sacarosa, que normalmente llamamos «azúcar». Los azúcares contienen mucha energía. Un vaso de soda o zumo tiene tanta energía como la que usas mientras saltas a la comba durante diez minutos, o en un descanso de dos horas. - Oh. - ¡Eh, Jenny, pásame esa cuerda para saltar!