Las cámaras
¿Cuáles son los tres componentes básicos de una cámara analógica tradicional?
Leon acaba de encontrar el álbum de fotos de su abuela. Hay fotos de un pícnic familiar, de él y Lina de cuando eran bebés... ¡Si incluso hay fotos de la boda de sus padres! Mirar esas fotos es como estar viendo el pasado. Nuestros ojos y cerebro procesan la luz reflejada en los distintos objetos. Así experimentamos el mundo que nos rodea: en forma de imágenes visuales.
Lo que vemos se convierte en un recuerdo aunque nunca en un objeto físico, como las fotos. Para capturar el momento y las imágenes en forma de fotografías, hace falta una cámara. Las cámaras procesan las imágenes casi igual que lo hacen nuestros ojos, pero también las graban en forma de dibujo. Veamos cómo ocurre esto. Una cámara tradicional, la analógica, está compuesta por tres elementos básicos.
El primero, que está en la parte frontal, es el elemento óptico: la lente. En su versión más simple, la lente de una cámara es un trozo de cristal curvado. Las cámaras más avanzadas suelen tener varias de esas lentes encerradas en una especie de tubo: la lente fotográfica, u objetivo fotográfico. Al igual que los ojos, la lente recoge los rayos de luz que llegan desde las distintas direcciones. La forma curvada de la lente hace que los rayos de sol se doblen y se enfoquen formando una imagen real de lo que vemos delante de la cámara. ¡Pero la imagen está al revés!
La lente está unida al segundo elemento básico de la cámara: el cuerpo. El cuerpo es una caja sellada con una entrada lateral. Necesitamos esa entrada para que la luz recogida por la lente pase a la cámara. Dentro del cuerpo hay un elemento mecánico importante que funciona como las persianas de una ventana. Se encarga de bloquear la luz.
Hablamos del obturador de la cámara. Al darle al botón de disparo, el obturador se abre y expone el tercer elemento básico de la cámara análoga: la película fotográfica, o carrete. La película fotográfica es un componente químico. Es una tira de plástico muy delgado cubierta de productos químicos muy sensibles a la luz. Cuando se exponen a la luz, estos productos químicos de la película pasan por una reacción química que graba la imagen.
Para que la imagen final quede bien, hay que ajustar la cantidad de luz que llega a la película. Hay dos maneras de ajustar esa cantidad de luz. Una es decidiendo cuánto tiempo debe permanecer abierto el obturador, lo que se conoce como la velocidad de obturación. La otra es usando un mecanismo de la cámara llamado diafragma. Este mecanismo regula el tamaño del pasaje por donde entra la luz.
Este pasaje es la "apertura". A continuación, la imagen grabada en el carrete tiene que revelarse: pasar a un papel y crear la foto. Como las del álbum de fotos de la abuela de Leon. Pero ¡si Leon saca todos los días fotos con su móvil y nunca ha tenido que revelar nada! Con un solo clic puede ver las imágenes en pantalla y siempre que quiera.
Esto es porque la cámara de su móvil es una cámara digital. En las cámaras digitales se sustituye el elemento químico por un elemento electrónico. En vez de un carrete de película la luz cae sobre un sensor digital sensible a la luz. Dicho sensor mide y graba el patrón de luz que cae sobre él y guarda la información en una tarjeta de memoria. La imagen se puede ver de manera inmediata en la pantalla digital.
Pero las fotos digitales también pueden imprimirse. Por si quieres hacer tu propio álbum, Leon.