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La historia de la economía sueca: 1969-1985
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¿Qué es cierto con respecto a la economía sueca del período 1969-1985?
Cuando la década de 1960 termina y empieza la de 1970, la economía sueca pierde fuerza. Algunos de los primeros en padecer estos nuevos tiempos más duros son los trabajadores de los astilleros. Durante muchos años, los salarios en Suecia se han incrementado para la satisfacción de los empleados, pero en este momento se han construido nuevos astilleros en otros países donde los salarios son mucho más bajos, por lo que los astilleros suecos no tienen ninguna posibilidad de competir con esos precios tan bajos. Los astilleros son los principales empleadores y, cuando cierran sus negocios, muchos se ven afectados. No obstante, no es sólo la industria pesada una de las más castigadas en Suecia durante la década de 1970.
La hasta entonces exitosa industria textil y de la confección también está luchando por gestionar la competencia de los países con sueldos bajos. En este sector se pierden un total de 70 000 puestos de trabajo y ciudades como Borås, Malmö y Norrköping se ven muy afectadas. Al mismo tiempo, estalla una nueva guerra en Oriente Medio en 1973 entre Israel y sus vecinos árabes. Estados Unidos apoya a Israel y los estados árabes exportadores de petróleo protestan negándose a exportar petróleo a EE.UU. y a otros países occidentales.
La consecuencia es la escasez de petróleo y la rápida subida de los precios. La crisis del petróleo de 1973 afecta a gran parte del mundo. Suecia depende del petróleo y se resiente. Por primera vez, Suecia y el resto del planeta experimentan un aumento del desempleo y, al mismo tiempo, de la inflación. La combinación del desempleo y de la inflación se denomina estanflación y se trata de una situación difícil de abordar a través de los instrumentos políticos y económicos disponibles.
Lo cierto es que el éxito de la economía sueca no se debió únicamente al sistema político del «modelo sueco». El crecimiento durante los años récord también dependió mucho de las favorables condiciones externas. Ahora, cuando las condiciones ya no lo son tanto, los tiempos se vuelven más difíciles. Para ayudar a la economía sueca, el gobierno decide variar el tipo de cambio, de modo que la corona sueca sea más barata para quienes compren con dólares estadounidenses, por ejemplo. Al devaluar la corona de esa manera, a las empresas exportadoras les resulta más fácil vender mercancía, ya que los productos suecos son ahora más baratos para quienes los compran con otra moneda.
Pero también es más caro importar cosas a Suecia. El optimismo sobre la economía sueca se está desvaneciendo, el desempleo aumenta y, en 1976, los socialdemócratas pierden el poder (por primera vez desde antes de la Segunda Guerra Mundial) frente a la coalición de centro-derecha. En 1979, se produce una revolución en Irán y comienza otra crisis del petróleo, con un aumento de los precios energéticos como consecuencia. Cuando sube el desempleo, algunos de los que llegaron a Suecia para trabajar regresan a sus países de origen, mientras que otros se quedan aquí, forman una familia y pasan a pertenecer a una nueva Suecia. Aunque las personas pierden su trabajo en la industria privada, el sector público, en cambio, crece.
A principios de este período (1969), uno de cada cinco adultos trabaja en el sector público. Al final de esa época (1985), esa proporción ha aumentado a uno de cada tres. En el ámbito de las empresas industriales y tecnológicas, la perspectiva es mejor que para los astilleros y las empresas textiles. Ericsson, Volvo, Saab, Asea y SKF siguen siendo importantes en Suecia. Exportan productos y dan empleo a muchas personas.
Sin embargo, ahora, la competencia de otros países se vuelve más dura. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la economía de Suecia tenía una ventaja porque las fábricas no fueron destruidas por las bombas. Pero, ahora que otros países han reconstruido sus industrias, las fábricas suecas parecen de golpe antiguas e inefectivas en comparación con muchas de las nuevas europeas al sur. Es sobre todo la industria pesada la que funciona mal. Las empresas suecas que logran mejores resultados son las que se dedican a la tecnología avanzada y la electrónica.
Sin duda, hay un rayo de esperanza para la economía sueca.