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De una idea a una decisión
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¿Verdadero o falso? El tiempo que transcurre desde una idea hasta una ley ya firmada suele ser corto y rara vez tarda más de dos meses.
Aquí tenemos una panadería, un lugar donde se hace pan. Y aquí vemos una rotativa, donde se imprimen periódicos. Y este es el Riksdag, donde… se hacen… leyes. ¿Pero cómo se hacen realmente? Exacto, ¿cómo funciona la elaboración de una nueva ley? Bien, todo empieza con una idea.
Por ejemplo, alguien quiere introducir la prohibición del uso del teléfono móvil al volante, o cambiar la ley escolar para que los alumnos comiencen a recibir notas antes o para que no reciban ninguna. Puede ser el gobierno o un miembro del Parlamento del Riksdag el que presente una sugerencia de una nueva ley. La sugerencia que procede del gobierno se llama proposición. ¿Qué? ¿Una preposición? ¿Dónde? Eh… Una pro-posición. Una sugerencia del gobierno. ¡Oh!
Pero una proposición no es algo que el gobierno redacte en una tarde. Requiere tiempo y la participación de muchas personas. Si se trata de una nueva ley general, comienzan por asignar un comité de personas para que investigue el asunto. Por lo general, son abogados y expertos de todos los ámbitos relacionados con la nueva ley. El comité de investigación recibe instrucciones del gobierno en una comisión directiva.
La comisión directiva describe lo que deben investigar, los aspectos que deben analizarse y la fecha en la que se completará la investigación. Cuando el comité acaba la investigación, publica sus resultados en un informe de investigación. El informe incluye un análisis detallado de los pros y los contras, además de una sugerencia concreta de lo que va a establecer la nueva ley. Posteriormente, el informe se envía a varias agencias gubernamentales, a sindicatos, grupos interesados y a otras personas a las que concierne el asunto. Y el informe se envía para su consulta.
Las diferentes organizaciones consultadas (los organismos consultivos) leen, analizan el informe y redactan sus puntos de vista en forma de comentarios. El gobierno lee y recopila los distintos comentarios de los órganos consultivos. Si muchos de los comentarios son muy críticos con la sugerencia, posiblemente acabarán en la papelera. Si no es así, es probable que el gobierno realice algunos cambios basados en los comentarios de los organismos consultivos y que actualice el borrador de su proposición. Paso siguiente: el Consejo Legislativo.
A éste pertenecen jueces y abogados experimentados que escudriñan la nueva ley para que no infrinja ninguna otra legislación, especialmente la constitución. Cuando el gobierno escucha los comentarios del Consejo Legislativo y quizás perfecciona un poco más la proposición, está preparado para presentarla ante el Riksdag. En la cámara del Riksdag votan los miembros del Parlamento. Si la mayoría de los miembros del Parlamento votan a favor de la proposición, ésta se aprueba. ¡Han creado una ley completamente nueva! Para elaborar una nueva ley, se necesita mucho tiempo, y no es raro que se tarde un año o dos.
Pero, posteriormente, la ley se habrá analizado a fondo y muchas personas habrán tenido la oportunidad de expresar sus opiniones al respecto. Casi todas las proposiciones se aprueban en la cámara y suele haber bastantes: unas 200 al año. Sin embargo, el Gobierno no es el único que puede proponer nuevas leyes. Los miembros del Parlamento también pueden hacerlo. La sugerencia que procede de un miembro del Parlamento se denomina moción.
Solo alrededor de 30 de las casi 3000 mociones presentadas cada año se aprueban en el Riksdag, lo que supone únicamente el uno por ciento de las mociones. Un ejemplo de una moción que se aprobó finalmente en el Riksdag en el año 2016 estaba relacionada con bailar. Anteriormente, los restaurantes tenían que solicitar una licencia de baile para que las personas pudieran bailar. Después de varias mociones sobre esta antigua y algo extraña ley, el Riksdag finalmente votó a favor de que el Gobierno estudiara la abolición de la prohibición de bailar sin una licencia especial en los restaurantes.