
Carl Jonas Love Almqvist

Actualiza para más contenido
Tintomara ni es hombre ni es mujer. ¿Cómo se le llama a eso?
Digo, caballero, que le reto a un duelo. Estos dos enemigos mortales son dos escritores suecos: Carl Jonas Love Almqvist ... y August Blanche. Almquist no llegó a recoger el guante de modo que no hubo duelo. Sin embargo, la cosa acabó así: ¡Qué asco!
Pero ¿cómo llegaron a esto? Empecemos por el principio y conozcamos a Almquist. Almquist escribió sus primeras obras durante el periodo romántico y sus obras más tardías durante el Realismo, cuando los escritores describían el mundo real y a menudo criticaban a la sociedad. Dos de sus historias más reconocidas son "La tiara de la reina", que es del Romanticismo, y "Sara Videbeck y la capilla", que es del Realismo. "La tiara de la reina" trata de Tintomara. Tintomara ni es hombre ni es mujer: ¡es andrógino!
Los hombres creen que Tintomara es una mujer, y las mujeres creen que es un hombre. Tanto hombres como mujeres se enamoran de Tintomara, que rechaza a todos. Este cuento ficticio está ambientado en una época que le sigue justo a un hecho real: el asesinato del rey Gustavo III. La misma noche que asesinan al rey, Tintomara roba, o "toma prestada", una joya, una tiara de la reina. Pero el hermano de Tintomara la coge y la vende antes de que Tintomara la pueda devolver, lo que causa bastantes problemas.
Tintomara escapa y se alista en la banda del ejército. Pero por accidente mata a otro soldado y le condenan a muerte. Se decide que no le dispararán a Tintomara con balas de verdad, sino con inocuas balas de fogueo. Sin embargo... una de las balas no es de fogueo.
Procede del arma de uno de los admiradores de Tintomara. La bala le da... y mata a Tintomara. La obra contiene varias cosas típicas del Romanticismo: la fantasía, los sentimientos intensos y también la forma libre en la que está escrita: Almqvist mezcla prosa y drama -como si fuera una obra de teatro- en la misma historia. Almqvist consideraba que las mujeres deberían poder votar- unos 80 años antes de que esto se convirtiera en una realidad.
Es decir, fue uno de los primeros feministas de Suecia. Ese feminismo queda patente en su libro "Sara Videbeck y la capilla", "Det går an" en sueco, una pintoresca y anticuada manera de decir "¡Funcionará!" La historia trata de Sara y Albert, quienes se conocen durante un viaje en ferry y se enamoran. Albert le pide a Sara que se case con él, pero ella no quiere casarse. Prefiere que vivan juntos sin estar casados y sin compartir un hogar. "¿Funcionará?" "¡Funcionará!" Pero en el mundo real eso no "funcionaba". Criticaron a Almqvist.
Sus colegas escritores más mayores lo insultaron en los periódicos. Las ideas de "Sara Videbeck y la capilla" hoy en día no suenan a peligro, pero el derecho de una mujer a ganarse la vida y decidir por ella misma, se consideraba una amenaza a la sociedad de entonces. Otros autores escribieron secuelas del libro donde Sara y Albert acababan mal o donde Sara acababa aceptando la propuesta. Almqvist acabó hartándose e insultó a uno de los autores- a Blanche- en un periódico. Almqvist llamó a Blanche bastardo.
Y fue por eso que Blanche lo retó a un duelo. Pero la vida de Almqvist siguió siendo emocionante, incluso después del "escupitajo". Almqvist se vio involucrado en varios crímenes. Había estado trabajando para un hombre un tanto sospechoso que hacía dinero prestándoselo a otros. Un usurero.
Alguien intentó matar al usurero envenenando su sopa de guisantes, Puede que fuese Almqvist. El usurero sobrevivió, pero Almqvist tuvo que huir. Huyo a América donde se casó, a pesar de que ya estaba casado en Suecia. ¡Pero eso es un delito! Por suerte para él, no se descubrió hasta después de morir. Almqvist murió en Alemania, pobre y olvidado.
No sería hasta el siglo XX que la gente se diera cuenta de lo moderno y hábil que era como escritor.